La Junta respalda con 300.000 euros un proyecto cordobés sobre educación básica niños pobres en Perú
La Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aacid), adscrita a la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, respalda con casi 300.000 euros un proyecto de la Fundación Social Universal (FSU), con sede en Montilla (Córdoba), con el fin de “mejorar el acceso al derecho a una educación básica intercultural de calidad” para más de 2.000 niños y adolescentes en uno de los departamentos más pobres de Perú.
De este modo y según la información facilitada a Europa Press por la FSU y difundida en su web, “durante los dos próximos años” un total de 2.180 estudiantes de 13 escuelas rurales de nivel Primaria y 12 de Educación Secundaria, junto con 221 docentes, y aproximadamente 3.700 padres y madres de familia, así como al menos 20 autoridades educativas locales y regionales, se beneficiarán de forma directa con este proyecto.
En concreto, el proyecto denominado 'Formación ciudadana intercultural y recuperación de saberes tecnológicos ancestrales para el ejercicio del derecho a la educación y la mejora de la calidad de vida en comunidades alto andinas de Perú', que será ejecutado 'in situ' por el Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz, cuenta con un presupuesto de 335.860 euros, de los que la Aacid aporta 299.856 euros, a los que la contraparte local suma 27.903 euros, y la FSU 8.101 euros.
El proyecto de cooperación al desarrollo tiene como finalidad que los niños y niñas de 25 escuelas rurales de Educación Primaria y Secundaria, “ubicadas en tres de los distritos más pobres de Perú, accedan a una educación de calidad que reivindica su cultura y saberes ancestrales”.
En concreto, los distritos de Paucará, Anta y Yauliestán, que se localizan en la sierra andina de Perú, en el departamento de Huancavelica, se sitúan entre los más pobres a nivel nacional, con el 89,1 por cineto de su población en situación de pobreza, con niveles alarmantes de desnutrición en niños menores de tres años (61 por ciento), madres gestantes (47 por ciento) y ancianos (43 por ciento).
En esta zona de Perú, solo el 34 por ciento cuenta con agua dentro de la vivienda de la red pública, mientras que solo el 44 por ciento de las viviendas tiene energía eléctrica, a lo que se suma que el 22,7 por ciento de su población no sabe leer ni escribir. La mayoría de niños apoya los trabajos agrícolas, de pastoreo y labores domésticas de sus familias, y el machismo imperante en la zona dificulta especialmente la educación de las niñas, por la sobrecarga de tareas que se les imponen y la prioridad que dan los padres a sus hijos varones.
En este contexto, el proyecto de cooperacion de la FSU buscará “mejorar el acceso al derecho a una educación básica intercultural de calidad, promoviendo el rescate y práctica de saberes ancestrales en el ámbito técnico productivo y el ejercicio de una ciudadanía participativa”.
Para la consecución de este objetivo, “se fortalecerán las capacidades docentes para incorporar en los procesos pedagógicos los saberes propios de la comunidad y la educación productiva y tecnológica”.
Por otra parte, se desarrollarán “experiencias productivas agropecuarias y de gestión colectiva del agua, basadas en los saberes recuperados, ejecutadas por el estudiantado, sus familias y comunidades, y finalmente se lograrán alianzas entre las autoridades educativas, para incorporar los saberes y prácticas tecnológicas productivas en el currículo educativo rural”.
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