Otro intenso primer viernes de marzo cofrade
La lluvia y el viento son protagonistas estos días, al igual que en otros lugares del país, en Córdoba. Fuerte es el temporal, que no deja de causar incidencias en muy diversos puntos de España. La provincia no es ajena a esta problemática, y tampoco la capital. Sin embargo, las inclemencias meteorológicas no aparecen como razón de peso para impedir que el primer viernes de marzo transcurra en la ciudad como está marcado. Y muestra clara es la imagen que ofrece desde primera hora de la mañana la parroquia de Santa María de Gracia y San Eulogio (Trinitarios). Centenares de personas acuden, como cada año en esta fecha, a una cita ineludible. Ésta no es otra que el besamanos a Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, que a lo largo de esta jornada recibe la veneración de no pocos fieles y cofrades.
En efecto, las puertas de la parroquia trinitaria, en la plaza Cristo de Gracia, están abiertas de par en par a toda la capital. Este primer viernes de marzo, como los anteriores y los que están por venir, es día para acompañar al Señor de Córdoba. Así es popularmente conocido Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, que siempre en el primer viernes del tercer mes del año permanece expuesto en devoto besapiés. Un solemne evento éste que reúne a numerosos cordobeses a cada hora en lo que es, más aún de unos años a esta parte en la zona de San Lorenzo, una intensa jornada en la ciudad. Como la lluvia, impetuosa es la devoción tanto en Santa María de Gracia y San Eulogio, ante las plantas de la imagen que tallara Fernando Díaz de Pacheco, como en otros templos próximos.
Transcurre el día de especial manera, como es habitual, entre la Ronda del Marrubial y la Real Parroquia de San Lorenzo. Lo hace por medio de una ruta que conduce desde Trinitarios, si uno camina de forma ordenada, hasta el Santuario de María Auxiliadora. En dicho templo tiene lugar la veneración a Nuestro Padre Jesús, Divino Salvador, en su Prendimiento. La imagen permanece expuesta en devoto besamanos desde 10:00, un acto que continúa sin interrupción hasta las 22:00. De esta forma, numerosos son también los fieles, y cofrades en general, los que acuden rendir culto a la imagen que esculpiera Antonio Dubé de Luque.
Mientras, tan sólo unos metros más adelante, con dirección al Realejo -aunque mucho antes de llegar a este punto-, también es venerado el titular de otra hermandad. Es en este caso el Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas, que al igual que Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, permanece expuesto en besapiés durante todo el día. El Crucificado preside un altar efímero con una gran simbología. A la imagen acceden los fieles tras cruzar una puerta que representa la muerte. “Del suelo de dicho espacio surge una especie de fuego que impregna los terciopelos, tornándolos en color rojo, y del que son liberadas unas almas del purgatorio ante el Crucificado del Remedio de Ánimas”, explica corporación del Lunes Santo. “Las cadenas y demás atributos nos muestran las ataduras a las que nos somete el pecado”, añade la cofradía en relación a la arquitectura con significado catequético.
0