Diario del Confinamiento | 'Casablanca' sin puntos ni comas

He vuelto a ver la película Casablanca porque la pusieron en la televisión pública de España y al pensar en lo “público” y en “España” me acordé no sé porqué de Pablo Iglesias que suele hablar mucho de “lo público” y que últimamente dice también muchas veces “España” aunque a decir verdad tampoco es que yo haga mucho caso de lo que dice este señor ahora vicepresidente del gobierno porque creo que habla demasiado de o desde sí mismo y eso hace que deje de prestarle atención porque la verdad es que no lo conozco de nada y nada me importa de la gente que desconozco que hable de sí misma sin embargo en esa extraña relación mental estaba cuando viendo la peli pensé que Casablanca podría tener un mensaje comunista cuando de Rick se dice que estuvo luchando como brigadista en la Guerra de España civil que es una manera de nombrarla pero no lo tengo claro aunque sí sé que Casablanca tiene un guión que funciona como un reloj porque empieza como debe comenzar para llegar a donde y cuando tiene que llegar pero es un guión en que los diálogos parecen una sucesión de titulares o de destacados de entrevista además muchos de ellos con una pausa valorativa al final de decirlos para que causen más efecto y eso es curioso y no queda mal por eso se ha hecho famosa esta película en la que los personajes están perfectamente estereotipados excepto con los dobleces románticos del cínico protagonista que le aguanta dos o tres escenas perfectas a Ingrid Bergman a la que parece que durante todo el rodaje han estado echándole colirio en los ojos como si tuviera alergia o estuviese a punto de llorar hasta que en una de las escenas llora de mentira o de verdad da igual porque queda muy bien como bien está que el director siempre tome en planos medios a Humphrey Bogart cuando está con alguien para que no nos demos cuenta de que era bajito y llevaba calzas en los zapatos y todo eso nos da igual porque sinceramente creo que Casablanca no es exactamente una buena película pero sin embargo es imprescindible y en eso se parece a muchas personas que conozco que no son especialmente buenas ni tampoco exactamente malas pero está bien haberlas conocido y no hay que ponerles ni un punto ni una coma porque sean como sean