Córdoba, menos contaminada: que haga menos calor mejora la calidad del aire
Sin calor el aire de Córdoba es mejor. La ausencia de altísimas temperaturas como el año pasado está provocando que el aire en la ciudad haya mejorado considerablemente. Además, se ha reducido el tráfico y la media de dióxido de nitrógeno en el aire que respiran los cordobeses ya no rebasa los 40 microgramos por cada metro cúbico (el umbral establecido por la Organización Mundial de la Salud para que se tomen medidas).
Según la media de los últimos informes sobre la calidad del aire en Córdoba, la estación de medición de la avenida Al Nasir (en pleno Vial Norte) establece que aunque el aire que se respira en la zona no es óptimo al menos ya no es tan nocivo como lo era antes. Así, entre enero y junio la media ha sido de 33 microgramos de dióxido de carbono por cada metro cúbico de aire respirado, según los documentos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
En 2017, los umbrales de calidad del aire se dispararon en numerosas ocasiones. La causa estuvo en las altas temperaturas. El calor unido a la polución del tráfico produce un efecto que dispara la contaminación por dióxido de carbono. Un 2018 mucho menos caluroso que el año anterior está provocando que los niveles de polución sean inferiores. El aire caliente es menor, no pesa tanto y la contaminación no se queda sobre la ciudad como ocurría hasta ahora.
De hecho, la ausencia de calor intenso está provocando que Córdoba deje de ser una de las ciudades andaluzas más contaminadas. Ahora, Granada vuelve a colocarse en primer lugar. En la capital nazarí se alcanza una media de 42 microgramos de en la avenida Juan XXIII. Es la única ciudad andaluza que supera el umbral de la OMS y que debería tomar medidas inmediatas. Un ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid prohíbe el tráfico en el centro de la ciudad cuando se supera ese umbral durante un día. Después de Granada, Málaga y Sevilla son, por este orden, las capitales con más polución de Andalucía. En cuarto lugar ya está Córdoba.
Los datos que maneja la Comisión Europea son preocupantes: cada año más de 400.000 ciudadanos europeos mueren de forma prematura como consecuencia de la mala calidad del aire que respiran. Por eso, Bruselas ha decidido dar un ultimátum a los países que sistemáticamente incumplen los límites de contaminación que impone la legislación europea, entre los que se encuentra España.
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