El Ayuntamiento achaca a la Ley de Contratación la paralización de la obra del Templo Romano

El primer teniente de alcalde y delegado de Turismo del Ayuntamiento de Córdoba, Pedro García (IU), ha achacado este jueves a la Ley de Contratación del Sector Público el que, de forma relativamente frecuente, empresas adjudicatarias de proyectos, como la reforma del Templo Romano de Córdoba, paralicen las obras y reclamen una modificación del proyecto, normalmente para lograr un incremento del presupuesto.

En rueda de prensa, García ha señalado que la situación ha llegado a tal punto que la empresa a la que el Consistorio adjudicó la intervención en el antiguo Convento Regina, “firmó el contrato y renunció sin ni siquiera llegar a entrar” en el edificio para empezar las obras, y ello porque, con la citada Ley en la mano, las administraciones públicas están obligadas a adjudicar los proyectos a la mejor oferta económica, dándose en muchos casos bajas temerarias.

La consecuencia de ello se puede ver, según ha indicado García, en las paralizadas obras del Centro de Convenciones, en lo ocurrido con las obras de la antigua Normal de Magisterio, o como ahora, en las obras de reforma del Templo Romano, cuya adjudicataria, la empresa Arquepec S.L., con la que se reunirá el próximo miércoles el Ayuntamiento, le ha pedido “un modificado” del proyecto y, entre tanto, ha paralizado los trabajos, que comenzaron el pasado julio, con un plazo de ejecución cinco meses y un presupuesto de adjudicación de 338.023 euros.

La actuación se incluye en el Plan Turístico de Grandes Ciudades de la Junta de Andalucía, lo cual implica que el proyecto debe estar concluido para marzo de 2019, para así obtener el apoyo financiero de la Administración autonómica, salvo que ésta conceda una nueva prórroga al Ayuntamiento, que entiende García que, llegado el caso, se le daría, pues lo ocurrido con el Convento Regina, también incluido en el Plan de Grandes Ciudades, y ahora con el Templo Romano, no es responsabilidad del Consistorio.

La intervención ya iniciada en el Templo Romano permitirá habilitar las visitas interiores al templo, con entrada por la parte superior y con salida por la calle Capitulares, lo que se hará mediante pasarelas que harán posible un recorrido completo del monumento, que ahora solo se puede observar desde el exterior.