Dos años después, ¿qué ha sido del Pacto por el Clima?
A finales de 2015, mientras la ONU alcanzaba un histórico acuerdo en su Cumbre por el Clima celebrada en París, en nuestra ciudad la iniciativa Córdoba se mueve por el clima consiguió que cinco de los seis partidos políticos representados en el Ayuntamiento –PSOE, IU, Ganemos Córdoba, Ciudadanos y UCOR- firmasen el denominado Pacto por el Clima. Se trataba de una hoja de ruta a nivel local para empezar a trabajar desde el consistorio con medidas para ayudar a frenar el cambio climático.
El Pacto por el Clima de Córdoba se centraba en acciones a corto y medio plazo para mejorar las condiciones medioambientales de la ciudad. El documento –al que también se adhirieron en su día otras formaciones políticas y ecologistas como Equo, la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz (ASPA), el PCE y Ecologistas en Acción- incluye una veintena de medidas para poner en marcha desde el Ayuntamiento. Entre ellas, la elaboración de un diagnóstico sobre la situación medioambiental del municipio para realizar planes de reducción de emisiones, un diseño urbanístico acompañado con más arboleda, reducir el uso de vehículos municipales, el consumo de energías renovables, además de acciones de sensibilización y formación.
Dos años después de la firma del Pacto por el Clima, ¿qué se ha hecho? El Ayuntamiento sí ha llevado a cabo la primera tarea de elaborar un primer diagnóstico sobre la situación medioambiental, con el objetivo de marcar unas líneas como base de su acción. El diagnóstico está contratado y en ejecución y será el precedente de un plan de acción con medidas recomendadas en función de lo que cada delegación municipal pueda aportar a este pacto, algunas de las cuales ya están en marcha de manera independiente, según explican a este medio fuentes municipales.
En segundo lugar, en relación al uso de la energía, el Ayuntamiento ha establecido que el 100% del suministro eléctrico del consistorio sea renovable, además de iniciar el proceso para dotar de placas fotovoltaicas edificios municipales tales como el de la Jefatura de la Policía Local, la Biblioteca Central y la Casa de la Juventud. Son medidas incluidas en un plan específico con el objetivo de llegar a reducir en un 33% la huella de carbono en el consumo de energía.
Asimismo, el Pacto por el Clima también contemplaba acciones en transporte sostenible, donde se han invertido 200.000 euros para la mejora de carriles bici y otros 200.000 euros para carriles nuevos, que se suman a los previstos en la Ronda del Marrubial y el Brillante. Y, en este mismo apartado sobre el transporte sostenible, cabe la renovación de parte de la flota de Aucorsa con la compra de autobuses de gas.
En cuanto a las medidas para incrementar la zona arbolada en Córdoba, este año se ha comenzado en Levante con un plan de reposición de 210 árboles y el compromiso del equipo de gobierno es el de continuar esta acción por todos los barrios hasta el fin del mandato. Aquí se suman los 1.500 árboles que cada año se plantan en zonas ajardinadas, a lo que habrá que unir en un futuro, según se ha propuesto el consistorio, los que se planten en alcorques vacíos o en los que sólo queda parte del tronco de un ejemplar talado. Con ello se pretende alcanzar y consolidar la media europea de árboles por habitantes – un árbol por cada tres habitantes- mientras que en Córdoba las cifras dan un ejemplar por cada cuatro habitantes, ya que existen unos 80.000 árboles en la ciudad.
El Pacto por el Clima de Córdoba también contempla el incremento de zonas verdes con vegetación autóctona, punto sobre el que se ha realizado ya un borrador que pasará a un grupo de trabajo para elaborar una ordenanza municipal de mantenimiento de zonas verdes y arbolado, que deberá estar lista al final del mandato.
En el plano de infraestructuras y urbanismo, el pacto incluye acciones para incrementar la superficie permeable de la ciudad que no incrementen las altas temperaturas como lo hace el asfalto o el enlosado. Ahí, de momento lo que se el Ayuntamiento ha venido haciendo es adecentar solares vacíos con zahorra compactada en vez de otros materiales. Pendiente de presupuesto se encuentran medidas para aumentar el entoldado en calles de la ciudad, algo no incluido en el presupuesto para 2018, por ejemplo.
En cuanto al diseño de plazas y calles con criterios climatológicos como pide el Pacto, el Ayuntamiento ha iniciado el estudio de corredores de sombra para facilitar la protección de los peatones, con vías de arbolado como en la avenida de la Fuensanta. Y, aquí, señalan las fuentes consultadas, un precepto a seguir: talar árboles lo menos posible y solo en condiciones de absoluta urgencia por las malas condiciones del ejemplar o si levanta el acerado de manera que lo hace inaccesible.
Dentro de las acciones previstas y que aún son un proyecto se encuentra, dentro de las políticas de reducción y gestión de residuos, el proyecto de recogida neumática, aún en fase de estudio y propuesta por parte de a Gerencia Municipal de Urbanismo y Sadeco. Es un ejemplo de la tarea que queda aún por delante y que, más allá de esta evaluación de lo hecho, pone de manifiesto que quedan por continuar las líneas emprendidas y por desarrollar otra serie de acciones –algunas muy ambiciosas y otras de complicado encaje burocrático- que se incluían en el Pacto por el Clima.
A saber: programas de producción y autoconsumo con energías renovables, la rehabilitación energética de edificios, reforestación de espacios libres, acciones e incentivos fiscales para quienes adopten medidas contra el cambio climático, reducción de los desplazamientos en coche en los servicios municipales y entre la ciudadanía, y sobre todo, persistir en la formación y concienciación de la ciudadanía sobre el cuidado medioambiental. Todo ello, dispuesto como una hoja de ruta local que pretende actuar en consonancia con los informes de la ONU sobre el freno que se hace necesario contra el cambio climático.
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