Los desahucios, a un paso de volver
El Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso del Gobierno central para acabar con la ley antidesahucios de Andalucía
Mientras ayer se hablaba de Gamonal, de la repercusión de esta protesta en el resto de ciudades españolas, de los detenidos y de los bomberos agredidos por los antidisturbios o del Parlamento catalán y la ruptura del PSC, el Tribunal Constitucional urdió una treta perfecta: admitió a trámite el recurso del Gobierno central contra el artículo 1 de la Ley 4/2013, de 1 de octubre, de medidas para asegurar el cumplimiento de la Función Social de la Vivienda, por el que se da nueva redacción al artículo 1.3 de la Ley 1/2010, de 8 de marzo, Reguladora del Derecho a la Vivienda en Andalucía y se introducen en ella los artículos 25 y 53.1.a), así como contra la disposición adicional primera de la mencionada Ley 4/2013; y ha procedido a su suspensión cautelar. Es decir, los desahucios están más cerca de volver a esta comunidad autónoma.
Los apartados impugnados por el Ejecutivo central y que ahora son suspendidos son los relativos a la “declaración de interés social a efectos de expropiación forzosa de la cobertura de necesidad de vivienda de personas en especiales circunstancias de emergencia social”; la “definición de viviendas deshabitadas” y la “clasificación de infracciones muy graves” para las entidades bancarias que no saquen estas viviendas al mercado del alquiler.
La ley andaluza antidesahucios fue aprobada el 1 de octubre y derogó el decreto ley sobre la misma materia que fue aprobado en el mes de abril y que también fue impugnado por el Gobierno. El recurso contra dicho decreto, que fue admitido a trámite el 11 de julio de 2013, está pendiente de resolución por el pleno del TC. Desde que el Consejo de Ministros acordó, el pasado 13 de diciembre, presentar un recurso ante el Constitucional contra la nueva ley, la Junta de Andalucía ha culminado dos expropiaciones de viviendas en Huelva y Torremolinos (Málaga) y ha iniciado otros 37 expedientes de expropiación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, al tiempo que ultimaba otras 115 en las ocho provincias.
Cabe recordar que la admisión a trámite hecha pública ayer por el Constitucional no supone pronunciamiento alguno sobre el fondo del recurso, que el tribunal resolverá “en próximas fechas”, según han informado.
Según la providencia del alto tribunal, que tiene fecha del 14 de enero, conforme a lo establecido en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, se da traslado de la demanda al Congreso de los Diputados, al Senado, a la Junta y al Parlamento andaluz, a través de sus presidentes, para que, en el plazo de quince días, puedan personarse en el proceso y formular las alegaciones que estimen convenientes.
Motivos para la imputación
El Gobierno denuncia que la ley reproduce en esencia el contenido del Decreto Ley también recurrido, por lo que reitera los motivos de impugnación. Así, el Gobierno entendió que la Ley andaluza es inconstitucional, en primer lugar, “por definir el contenido esencial del derecho de propiedad de la vivienda, ejerciendo para ello competencias en materia de vivienda y urbanismo de la comunidad autónoma”.
En la misma línea, ha mantenido que “no puede integrarse el contenido esencial del derecho de propiedad privada desde las competencias sectoriales de vivienda y/o urbanismo, al menos cuando se esté afectando a la regulación de las condiciones básicas que garantizan la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales, por cuanto el artículo 149.1.1 de la Constitución Española reserva al Estado tal competencia, así como el 149.1.8 de la Constitución Española reserva al Estado la competencia en materia de legislación civil”.
Asimismo, cree que sería “inconstitucional” definir lo que debe entenderse por vivienda deshabitada, “articulándose un sistema de presunciones legales e indicios dotados de valor probatorio contrarios al principio de presunción de inocencia constitucionalmente recogido en el artículo 25 de la Constitución”.
El Ejecutivo considera, en tercer lugar, que la ley andaluza establece una serie de sanciones a los propietarios de viviendas vacías que no hayan alquilado, “sin que resulte acreditado que el propietario dispuso de condiciones y oferta mínimamente razonables para alquilar, cuando en nuestro ordenamiento no puede establecerse una responsabilidad penal o administrativa sancionadora al margen del principio de culpabilidad”, tal y como informa Kaos en la Red.
Finalmente, mantiene que la norma autonómica establece una “discriminación arbitraria” entre los propietarios de viviendas incursas en procedimientos de desahucio, pues sólo expropia el derecho de uso de la vivienda por tres años a determinados propietarios, “vulnerando con ello el principio de igualdad y no discriminación” que también recoge la Carta Magna. A fecha de octubre de 2013, la Junta de Andalucía había evitado ya más de 3.200 desahucios con esta ley que, aunque no es perfecta, sí ayudaba bastante a las personas afectadas por esta injusta realidad. Por desgracia, las leyes españolas y el Gobierno siguen peleando por anteponer la sacrosanta propiedad privada a la dignidad de las personas y a un derecho tan loable como el de la vivienda.
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