Decía Zygmunt Bauman que estamos viviendo tiempos líquidos, estamos pasando de una realidad sólida -estable, repetitiva- a otra líquida -flexible, voluble- en la que nada dura mucho tiempo y casi nada solidifica.
A nivel fisico-químico algo solidifica cuando los enlaces entre sus moléculas se hacen fuertes y rígidos, en los líquidos estos enlaces existen pero son débiles y las moléculas disfrutan de un cierto libre albedrío que dota a lo líquido de adaptabilidad y resiliencia.
Paradójicamente, lo sólido es mas propenso a romperse de un golpe que algo tan blando como el agua, que como mucho deforma un rato para luego volver a su estado original.
Si nos vamos al contexto empresarial, Adam Smith hablaba de la especialización en los trabajos. Una persona debería ser buena en una cosa, dedicarse a ello por completo y cooperar con otras que fuesen buenas en otras cosas para cubrir todo el ciclo de su negocio. Esto tuvo bastante éxito en términos de desarrollo económico y dio como resultado las empresas que conocemos hoy, llenas de “puestos de trabajo” de gente especializada en algo y todas colaborando en pos de un objetivo de empresa común.
Las empresas volvieron a cometer el mismo error de falta de especialización, ¿No tiene el mismo problema una persona que hace todo lo que necesita su ciclo de negocio, que una empresa que hace todo lo que necesita su ciclo de negocio? Darse cuenta de esto llevó a las empresas a plantearse la externalización de los departamentos transversales que no aportan valor a lo que la empresa realmente hace, y dado que no es lo que la empresa hace, tampoco son muy buenos haciendo.
Si una empresa hace persianas, todo lo que no sirva directamente para hacer persianas externalizado. Si una empresa vende persianas, todo lo que no sirva directamente para vender persianas externalizado. Ese es el rollo.
Dado el escenario, las fronteras de las empresas se diluyeron dando paso a empresas -llamémosle tipo molécula- más pequeñas e híper especializadas que saben que la clave está en la planificación y cooperación temporal entre ellas. Por supuesto estas empresas pequeñas necesitan colaborar con otras para subsistir y como resultado de estas uniones obtenemos un nuevo tipo de empresa líquida, ultra especializada en cada una de sus partes, efímera, adaptativa, flexible y resiliente en su conjunto, que es capaz de crecer, decrecer, crear alianzas clave y mutar según el reto o cliente que tenga delante.
Como decía Bruce Lee, y con esto termino el festival de referencias de hoy; “be water my friend”
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