Lo que nos estaba contando 'Parásitos'
En una de las escenas estéticamente más bellas de la película Parásitos, la familia protagonista se deshace del ama de llaves de la casa de los señores ricos provocándole un ataque de tos para acusarla de tener tuberculosis, una enfermedad pulmonar bastante contagiosa.
Lo hacen tramando una estrategia que se aprovecha de la alergia de la mujer a los melocotones. Todo forma parte de un perverso plan para que la señora de la casa la despida y que su lugar sea ocupado por el único miembro de la familia que todavía no forma parte del servicio, la madre.
Así, con un uso preciso y magistral de la cámara lenta, la música y el montaje cinematográfico, muy similar estéticamente al que suele hacer Pedro Almodóvar, el cineasta Bong Joon Ho encaminaba con esa escena la película hacia su segundo tramo. Un segundo tramo que se sustenta sobre tres ideas que están de total actualidad: el confinamiento voluntario, la catástrofe sobrevenida y la lucha de clases -esta última siempre está de actualidad-.
Reconozco que cuando vi Parásitos me pareció una muy buena película pero que había ganado la temporada de premios más por su exotismo que por su calidad. No la veía realmente superior al resto de candidatas. Hoy, a la luz de la catástrofe sobrevenida que nos tiene a todos confinados voluntariamente en casa, la veo de otra manera, como una genialidad que se adelantó a su tiempo.
Es un pensamiento totalmente absurdo, puesto que Bong Joon Ho nada sabía de lo que estaba por venir cuando escribió y rodó la película. Es igual. Acertó de pleno en su diagnóstico de la sociedad globalizada preCovid-19: Arribista y ambiciosa, ingenua pero cruel, aislada y al mismo tiempo unida en torno al único concepto indestructible de la familia, el salvavidas perfecto al que agarrarse en estos momentos.
¿Cómo será la sociedad que salga de sus casas cuando la cuarentena toque a su fin? Seguramente distinta. Eso espero. Si no lo es, siempre se podrá acudir a Parásitos para recordar lo que fuimos. Y lo que somos, en el fondo.
También para recordar una de las máximas del film, recogido en uno de los diálogos: “¿Sabes qué tipo de plan nunca falla? No tener ninguno. Ninguno. ¿Sabes porqué? Si haces un plan, la vida nunca sale así”.
Pues eso: Nos lo estaba contando.
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