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La voz del corazón

Rafael Ávalos

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El periodista José Antonio Luque ofreció un brillante Pregón de Gloria cargado de compromiso y sensibilidad | La Banda de Música de la Esperanza abrió el acto en la iglesia de la Merced | La efigie de San Rafael preside el cartel de 2016

Suena “Morenita y pequeñita”, de Miguel Rivera. Es el broche del preludio musical de la esperada disertación. Las nueve de la noche quedan ampliamente superadas. En la iglesia de Merced, escenario majestuoso, son numerosos los cofrades que se dan cita. Apenas existe un banco vacío. Al igual que el céntrico templo, están repletos de sensaciones quienes a lo largo de algo más de una hora escuchan a quien “nació para ser pregonero”. De tal forma le define su compañero Rafael Fernández. “Pregona cada mañana desde ese balcón que es la radio”, añade justo antes de que tome la palabra. Y cuando lo hace “la agarra de la cintura, la besa, la mima”. La acaricia con ese talento comunicador que posee y del que da continua lección, aun cuando no es su intención. Lucentino de nacimiento en realidad es, sencillamente y a la par más importante, hombre. Sin más. Hombre cargado de sensibilidad, valiente y comprometido, abierto a todos los demás. La de José Antonio Luque es la voz del corazón. El que late a cada instante con mayor intensidad. El que está próximo a otros músculos de vida.

El periodista, presentador del veterano programa “Paso a paso” y de “Córdoba en Hora Sur” de Canal Sur Radio, ofreció este sábado un brillante discurso en lo que es la apertura del tiempo de Glorias. Lo pregonó de manera elegante, con toques líricos e históricos. Con la pasión que siempre demuestra. El aplauso final fue la merecida respuesta cuando concluyó su disertación ante la Virgen de la Merced y junto a, en modo alguno, San Rafael. Porque el Custodio de Córdoba preside este año el cartel de las hermandades de Gloria. Concretamente la imagen de Alonso Gómez de Sandoval, titular de la corporación erigida en su honor y que se halla en la Basílica del Juramento. La lámina es obra de José Ignacio Aguilera, vocal artístico de la Agrupación de Cofradías, y fue presentado antes de que ocupara el atril José Antonio Luque. Así como justo después de que la Banda de Música María Santísima de la Esperanza abriera la noche con su intervención.

La formación interpretó “Ángeles Reina”, de José de la Vega; “Medicina Dei”, obra de su componente Alfonso Lozano; y “Virgen del Socorro”, de Enrique Báez. El propio Lozano tomó la palabra posteriormente para agradecer la confianza de la Agrupación de Cofradías para abrir tanto el Pregón de Semana Santa como el de Gloria, y quiso ofrecer también la marcha “Morenita y pequeñita”, dedicada a la Virgen de la Cabeza. A la hermandad filial cordobesa se encuentra ligada la banda. Tras los sones, la presentación del cartel, que corrió a cargo del presidente del organismo que aglutina a las corporaciones de la ciudad, Francisco Gómez Sanmiguel; de la delegada de Consumo y Participación Ciudadana de la Diputación, Aurora Barbero; del segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento, David Luque; y el delegado diocesano de cofradías, Pedro Soldado. Además, asistieron el pregonero de Semana Santa, José Juan Jiménez Güeto, otras autoridades municipales y provinciales, hermanos mayores de diferentes corporaciones y numerosos cofrades.

Antes del Pregón, correspondió a Rafa Fernández presentar a José Antonio Luque. Lo hizo de forma tan elegante como simpática y siempre bajo el signo de la amistad. Fue justo después cuando el presentador de “Paso a paso” tomó la palabra para impartir una lección magistral de comunicación, de Fe y, sobre todo, de humanidad. Su voz, la del corazón, fue una vez la de aquél que habla con claridad y valentía, que transmite e invita a la reflexión. Luque impregnó de su sello, de su sencillez y humildad, un texto en el que además de realizar un recorrido por las diferentes imágenes de Gloria de Córdoba, que inició por la Virgen de los Dolores y del Rayo y que cerró, como no podía ser de otro modo, con la Virgen de Araceli, insistió en la importancia de acudir a la virtud de la Misericordia, de la cual se celebra en la actualidad Año Jubilar.

Recordó que el misericordioso es “el hombre completo” y animó a alcanzar esa figura. También las mujeres, a las que regaló significativas palabras durante un pregón que estuvo marcado por su importante contenido social. No olvidó realidades tan actuales como la crudeza de la vida de los refugiados o la dificultad de muchas familias por cuestiones como el paro. “Abramos los ojos”, solicitó para dejar atrás “la indiferencia que humilla a tantas personas”. El mensaje de José Antonio Luque fue comprometido y en ocasiones, las más, realmente emocionante. El pregonero recordó también a José Carlos Larios, quien falleciera de manera repentina apenas unos meses después de ser elegido hermano mayor de la Misericordia. Misericordia en tiempo de Gloria y en cualquier otro. Porque “la misericordia es la fuerza que todo lo vence, que llena de amor todos los corazones”. Dicho lo dejo, con acierto, la voz del corazón.

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