¿Cuántos votos necesita un partido para conseguir un concejal y un diputado?
Es la pregunta del millón en el ambiente electoral de la provincia y la ciudad de Córdoba: ¿Cuántos votos necesita un partido para conseguir un concejal y un diputado? La respuesta es diferente, aunque rija la misma norma para contar y repartir los escaños.
Córdoba se enfrenta a dos elecciones en dos meses: las generales del próximo 28 de abril y las municipales del 26 de mayo. En las generales, los cordobeses elegirán a seis diputados. En las municipales, los cordobeses de la capital a 29 concejales. El reparto es aritmético y se hace con la hoja de cálculo de la Ley D'Hondt. Pero precisamente por las matemáticas, es mucho más difícil conseguir un diputado que representación en el Ayuntamiento: hay menos a repartir.
En el caso del Congreso, la dificultad de alcanzar escaño es muy alta. En 2016, Ciudadanos logró su diputado tras recibir más de 55.000 votos. ¿Es ese el mínimo? No exactamente. Para empezar, el número de votos con el que se logra un escaño depende del número de personas que haya votado. La Ley D'Hondt aplica una división sobre el número total de votantes. Con una fórmula, va repartiendo escaños según esta división, que casi siempre beneficia al más votado. En el caso de Córdoba no fue así. El PP obtuvo dos escaños tras lograr 153.000 votos (casi el triple que Ciudadanos) y el PSOE logró los mismos con 139.000 votos.
En las elecciones históricas al Congreso por Córdoba, el partido que ha logrado diputado con menos votos ha sido Izquierda Unida en 1986. Entonces, necesitó 51.000 votos para poder tener un escaño. Es decir, por mucho que se fragmente el voto en las próximas elecciones generales (tal y como está previsto), en la provincia de Córdoba una formación política necesitará superar la barrera psicológica de los 50.000 votos para lograr una plaza en el Congreso de los Diputados.
¿Y qué pasa con el Ayuntamiento?
El Ayuntamiento es diferente. Para empezar, un partido necesitará mínimo un 5% de los votos emitidos para poder optar a tener un concejal. Una vez lo supere, entrará en la fórmula de divisiones y restas de la Ley D'Hondt. En este caso, las divisiones sí que benefician claramente al ganador. Un ejemplo, el PP necesitó una media de 4.600 votos para lograr cada uno de sus 11 concejales en el año 2015. UCOR, por ejemplo, tuvo que sumar más de 8.000 para poder sentarse con un edil en el salón de plenos de Capitulares.
Al ser una fórmula de proporciones, mientras más se apriete el resultado, más amplio es el reparto. Así, si el primer partido no le saca mucha ventaja en votos al segundo seguramente los concejales a repartir entre los menos votados serán más. Pero hay que superar ese 5%, que se calcula, precisamente, en cerca de 8.000 votos.
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