Va de alcaldes: ésta es la ‘batalla’ por los ayuntamientos en la provincia desde 1979
Poco menos de seis meses después, vuelven a las urnas. Los cordobeses tienen este domingo una nueva cita electoral después de que el 2 de diciembre tuvieran lugar las autonómicas y de que, más recientemente, el 28 de abril se celebraran las generales. En esta ocasión, la provincia está llamada a participar en unas municipales que han de configurar un total de 77 ayuntamientos. Por vez primera, por cierto, toman forma los de Fuente Carreteros y La Guijarrosa. En total, son 652.197 las personas censadas (entre residentes en España y en el exterior, así como entre nativos y extranjeros). A ellos corresponde, en cada municipio, elegir a los alcaldes -o al menos, otorgarles la confianza a determinados candidatos-. Estos son los undécimos comicios locales que, como en el resto de España, encara Córdoba desde 1979, cuando venciera la Unión de Centro Democrático (UCD) pero sumara más regidores el Partido Socialista (PSOE). Precisamente este último es el partido más votado siempre en la globalidad, excepto en la vez mencionada y en 2011, cuando ganara el Partido Popular (PP). Pero no en número de alcaldías…
¿Qué van a decidir los distintos municipios de Córdoba? No se va a saber hasta la noche de este domingo. Lo que sí se conoce es cómo ha votado la provincia en todas las elecciones locales hasta ahora. Los primeros comicios en este ámbito después del franquismo se celebraron en 1979, hace ahora 40 años y casi un par de meses. Fue el 3 de abril, día en que la UCD obtuvo el triunfo global con un 30,71% de los votos y un total de 334 concejales. Entonces, el PSOE acabó como segunda fuerza con un 26,74% y 258 ediles repartidos por todas las localidades. Sin embargo, fue el partido de izquierda el que logró más alcaldías. Los pactos ya comenzaban a funcionar. La diferencia fue mínima, eso sí, de apenas tres regidores. En la siguiente cita, la de 1983, la desaparición de los centristas permitió al PSOE conseguir un mayor respaldo.
En aquellos segundos comicios municipales, los socialistas terminaron con un 36,61% de los votos y un total de 445 concejales en la provincia. El Partido Comunista (PCE) se colocó como segunda fuerza en porcentaje, pero no en número de ediles, plano en el que se vio superado por Alianza Popular (AP, predecesor del Partido Popular -PP-). Fueron 44 candidatos del PSOE los que tomaron el bastón de mando en otros tantos municipios de los 75 con que entonces contaba Córdoba. Los comunistas se hicieron con el gobierno en 11 localidades y AP sólo acumuló cinco alcaldías. Fueron las de Almedinilla, Añora, Fuente Tójar, Guadalcázar e Hinojosa del Duque. Entonces tenían fuerza los grupos independientes, tanto que 14 ayuntamientos estuvieron comandados por formaciones de este tipo. Ya en 1987 acabó por establecerse una regla que se mantuvo hasta 2007, inclusive: Izquierda Unida (IU, con el PCE dentro) fue siempre el segundo partido con mayor cifra de regidores tras los socialistas.
Las terceras elecciones municipales sirvieron para que el PSOE cobrara más fuerza si cabe, hasta alcanzar un 38,66% de los votos. Sin embargo, decreció su número de concejales hasta los 426. El caso es que esta formación consiguió 50 alcaldías, entre ellas la de Lucena, donde el PP se hizo con el bastón de mando en 1990 tras una moción de censura. Pero el mejor dato de los socialistas en la provincia fue el de 1991, cuando recibieron un 42,81% de las papeletas y sumaron 484 ediles. Dicho registro les llevó a gobernar en 59 municipios, mientras que IU logró 13 regidores. El PP sólo pudo mantener el poder en Almedinilla, al tiempo que el Partido Andalucista (PA) consiguió alzarse en Cabra y Palenciana. La primera localidad continuó bajo control andalucista hasta 2007, en que volvió a ganar el PSOE. Desde 2011 manda el PP. La segunda es hoy por hoy la única con un primer edil del PA (o PSA en 1979). El signo varió sólo en 1983 con el PCE y en 2007 con el Partido Socialista. El liderazgo de este último partido siguió hasta la actualidad, si bien fue a menos a lo largo de los comicios.
Sólo en 2011 se produjo un vuelco que desbancó a la socialista como la formación más votada en Córdoba. Entonces, el PP fue el partido con mayor respaldo con un 37,01% de las papeletas. Eso sí, los populares obtuvieron muchos menos concejales y también se hicieron con muchas menos alcaldías, pese a que arrebataron el segundo lugar en este sentido a IU. Acumularon 286 ediles y sellaron el gobierno de 22 ayuntamientos, mientras que el PSOE sumó 378 representantes y 37 regidores con un 27,59%. La explicación es sencilla, el dato global no tiene peso específico al ser local la circunscripción. El hecho es que por segunda vez en la historia desde 1979, tras la caída del franquismo por tanto, la Diputación estuvo bajo el poder de una fuerza que no fuera la socialista. María Luisa Ceballos, alcaldesa electa de Priego de Córdoba, fue la presidenta de la institución provincial.
La anterior ocasión en que la Diputación estuvo regida por un partido distinto al PSOE fue precisamente en 1979, con las primeras elecciones municipales tras el franquismo. La UCD tuvo el mando en la institución, al tiempo que, curiosamente, el PCE se hacía con el gobierno de la capital. Cabe recordar que en este caso el reparto de asientos se realiza en base a los conocidos como partidos judiciales (distintas unidades territoriales de cada provincia). De vuelta a las alcaldías, los socialistas acuden a las urnas con intención de revalidar o mejorar su registro de 2015. En los últimos comicios de este ámbito, el PSOE obtuvo un 32,96% de los votos en Córdoba y sumó 406 concejales, lo que le permitió llegar a los 45 regidores. Tras esta cita, IU volvió a ser segunda formación en referencia al número de primeros ediles. Eso sí, igualó con el PP: ambas fuerzas obtuvieron el bastón de mando de 12 ayuntamientos.
Apunte importante, y significativo, es el de participación. Córdoba es una de las 15 provincias con mejor dato en elecciones generales (en todas las citas y de media), pero no acude de igual forma a las urnas en municipales. El hecho es que en 2015 se cerró con el peor registro de todos los tiempos, desde 1979, al concluir la jornada con un 64,3% del censo. El porcentaje más alto se dio en 1983 con un 73,2%. Desde ese año, los comicios locales apenas llegaron a un tope de 71,9% de votantes. Ocurrió en 1987 y 1995. Por tanto, una de las informaciones relevantes en esta ocasión, como siempre pero más que habitualmente, es la cifra de participación. Por cierto, que el número de personas llamadas a votar nunca dejó de crecer a lo largo de los últimos 40 años, al contrario de lo que sucede en la capital, donde hubo algún altibajo.
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