Sobria noche con el Cristo de la Confianza en Ciudad Jardín

De unos años a esta parte bulle en Ciudad Jardín el espíritu cofrade. Así es de la mano de la fraternidad del Santísimo Cristo de la Confianza, nacida de la intensa devoción al Crucificado de dicha advocación. Este sábado, cuarto de Cuaresma, el grupo parroquial ofreció su estampa más sobria. Fue con el Vía Crucis presidido por su titular, que partió de la parroquia de la Inmaculada Concepción y San Alberto Magno sobre las 21:00. No muy lejos, por cierto, la Cena rezó las Estaciones con el Santísimo Cristo de la Luz.

La imagen venerada en el templo próximo a Gran Vía Parque, obra del sevillano Antonio Castillo Lastrucci, recorrió las calles de su feligresía con el acompañamiento del quinteto de viento Gregis Mater. Un nutrido cortejo la precedió en su tránsito por un barrio que atiende en los últimos tiempos al avance calmado pero seguro de la corporación. Poco a poco, se consolida un proyecto cuyo ejercicio de la Vía Sacra es ya una cita habitual en el tiempo litúrgico que antecede a la Semana Santa.

Ejemplo de la evolución de la fraternidad se dio recientemente en el interior de la iglesia en la que está radicada. No en vano, el pasado 8 de marzo, primer viernes de Cuaresma, procuró la bendición de un magnífico mural. Surgida de la paleta de Rafael Castejón, la pintura se plasmó en la capilla del Santísimo Cristo de la Confianza. Y no es un lienzo cualquiera, pues el artista logró a la perfección que el Crucificado sobresalga ante las figuras de la Virgen y San Juan en la representación de la Crucifixión.