El pulso continúa: la LNFS exige que se concrete la fecha de inicio
El lío continúa en lo que respecta al conflicto entre los clubes de la Liga Nacional de Fútbol Sala y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), organismo encargado de organizar las competiciones de Primera y Segunda División. Después de que la Federación se reuniera este lunes y dejara aún sin concretar la aprobación de un protocolo sanitario, la mencionada asociación ha emitido un escrito en el que declara que, teniendo en cuenta que los clubes planificaron su pretemporada de cara a iniciar la Liga el 5 y 19 de septiembre, “fechas fijadas y comunicadas por la RFEF, más de dos meses después de la conclusión de la temporada 2019-20 no existe aún un protocolo elaborado por ésta”. Además, subraya que los distintos equipos han enviado un requerimiento para que en el plazo máximo de 48 horas se les comunique si la competición tendrá inicio el próximo mes de septiembre o “responsabilizarán a la RFEF de su negligencia organizativa, y le exigirán indemnización por los daños causados, a consecuencia de su incalificable falta de cumplimiento de su función organizativa, además de denunciar el permanente trato de ninguneo que reciben desde la RFEF”.
Los clubes, que ya solicitaron a la Federación retrasar el arranque de la competición ante el rebrote de la pandemia, “han vuelto a ser ignorados por el órgano federativo y debido a esta falta de previsión están viviendo las consecuencias, encontrándose sin respuestas sobre su planificación deportiva de pretemporada, sin protocolos sanitarios, sin poder disputar partidos amistosos, al no contar con autorización, y sin conocer la verdadera fecha del arranque de Liga, ni el calendario de emparejamientos”. De hecho, el propio Córdoba Patrimonio de la Humanidad debía disputar su primer encuentro de preparación este miércoles ante el UMA Antequera, el cual fue cancelado, mientras que el que estaba previsto para el sábado frente al Jaén Paraíso Interior tiene igualmente pocas posibilidades de celebrarse.
Asimismo, la LNFS añade que el pasado mes de mayo solicitó al CSD “el reconocimiento de deporte profesional, condición que evitaría la actual situación en la que la RFEF equipara al fútbol sala con el deporte amateur, calificándolo como competición profesionaliza, figura no contemplada en la Ley del Deporte”, recordando a su vez que “lleva 30 años trabajando por y para el crecimiento del fútbol sala hasta convertirlo en un deporte con estructuras profesionales, generando importantes ingresos por publicidad y por la venta de derechos audiovisuales. Solo en Primera División, se televisaron 246 partidos en directo en la campaña 2018-19, generando un retorno económico superior a 145.000.000€ por temporada”.
Así las cosas, el comunicado apostilla resaltando que “los clubes demandan a la RFEF, como responsable de la organización de la competición, que les provea de un protocolo sanitario Anti-Covid real que pueda cumplirse, con test para los jugadores, y que establezca el regreso de manera segura, para técnicos, directivos, resto de personas involucradas en el partido y para los aficionados”.
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