Javi Flores, de perla a líder ante el Cartagena
Cual José Calzado Pepín decidió rebajar su estatus para ayudar a su club. Aunque el descenso autoimpuesto por el hermano del legendario Litri fue mucho mayor. Él vestía la elástica del Valladolid en Primera y en meses pasó de cubrir a Maradona a disputar partidos en Tercera. Con todo, la similitud entre ambos existe y fue mencionada ya el pasado verano, cuando optó por regresar a casa. La estela de aquel jugador, ejemplo de compromiso, la siguió Javi Flores. El de Fátima volvía a un Córdoba del que quizá nunca debió de salir. Retornaba para abanderar un proyecto de ascenso inmediato a Segunda A que a punto estuvo de romperse por mano del hasta noviembre presidente Jesús León. Ahora ejerce con los galones que le fueron otorgados y el domingo lo va a hacer, curiosamente, ante un equipo ante el que marcó uno de sus primeros goles con la elástica blanquiverde -con el primer conjunto-.
Al Cartagena, rival que visita El Arcángel en apenas un par de días (domingo, 18:00), lo conoce muy bien Javi Flores. Tanto que participó en la mitad de los encuentros que le enfrentó al Córdoba en el coliseo ribereño. Su edad, una lesión y un adiós obligado fueron los motivos que le impidieron jugar el otro 50% de los choques. Pero no es esta circunstancia la que realmente llama la atención de cara al choque con los murcianos. Mucho más interesante resulta recordar que el mediocentro es el único superviviente en esta ocasión de un encuentro que tuvo lugar hace casi 14 años exactos. Fue el 12 de marzo de 2006, con los dos equipos también en Segunda B. Entonces, el cuadro califal y el departamental se vieron las caras a orillas del Guadalquivir con jugadores en el césped como Txiki o Javi Moreno por un lado o Natalio y Sívori por otro. Estos dos últimos, por cierto, después y antes de vestir la blanquiverde.
Pero antes de continuar con el relato de ese partido bien merece la pena rememorar el origen del mismo. El mago de Fátima, como se le comenzó a conocer tiempo después, ya consiguió atraer a los técnicos del club en categorías inferiores. Lo hizo más si cabe en el filial, desde el que Quique Hernández decidió reclutarle para la pretemporada de un curso difícil. La entidad había descendido a Segunda B una campaña que había de ser de celebración por su cincuentenario, la 2004-05. Corría por tanto el verano del segundo año y el preparador valenciano era el encargado de dirigir al Córdoba. Pero lo hizo por no demasiado, ya que fue destituido tras la novena jornada. El caso es que el entrenador quiso contar con aquel joven centrocampista, que en amistosos estivales dejó algunas pinceladas importantes de su calidad. Fueron aquellos detalles los que le dieron la titularidad en el primer encuentro de Liga.
La temporada arrancó con un derbi histórico ante el Villanueva en El Arcángel. Acabó de manera discreta para el conjunto blanquiverde, por cierto: empate a cero. Esa tarde Javi Flores debutó con el primer equipo dentro de un once en el que también estaba un tal José Antonio García Verza. Los dos actuaban en la línea de medios con 19 y 18 años respectivamente. Demasiado peso para chavales tan jóvenes, que lo asumieron de manera diferente. El segundo milita hoy por hoy en el Cartagena, que no se olvide. Sin embargo, es duda. Sea como fuere, la perla de la cantera obtuvo la confianza de Quique Hernández primero y de Pepe Escalante después. Participó en nada más y nada menos que 32 duelos entre Liga y Copa. Su brillantez con el balón la demostró también con en forma de goles pues acumuló ocho. Uno de ellos lo anotó, en efecto, ante el rival del domingo. En cuanto al jugador de Orihuela, disputó 26 encuentros sin ofrecer lo que de él se esperaba. Su periplo en el Córdoba terminó un curso después.
De vuelta al protagonista, el citado partido ante el Villanueva supuso sólo el principio de una amplia historia. Ésta tuvo de todo, incluso aquella primera temporada en la que pasó a ser parte del primer equipo de manera inesperada y aún como futbolista del B. La desolación tras el empate en Almansa, por si alguien no lo recordaba… Fue un día de diciembre cuando Javi Flores estrenó su cuenta goleadora con el Córdoba: anotó el cuarto de los cinco tantos que le endosó el Córdoba al Díter Zafra en su feudo (0-5). En ese momento, aunque la titularidad le fuera un bien escaso, ya era uno más de un cuadro califal que el 12 de marzo de 2006 sufrió un duro golpe ante un adversario que terminó por proclamarse campeón del Grupo IV de Segunda B. Era el Cartagena y en aquella ocasión el de Fátima tampoco jugó de inicio. Le tocó aguardar en el banquillo.
No marchó bien el encuentro para el Córdoba, que al descanso ya se fue por debajo en el marcador -0-1, gol de Orlando-. Entre los recursos que Pepe Escalante buscó en la suplencia halló, como solía ser habitual, a Javi Flores. El mediocentro saltó al verde en el 74 y sufrió en primera persona el segundo tanto murciano, que anotó Sívori en el 81. Pero el cuadro califal no quiso rendir armas y mucho menos su perla, que fue quien al menos regaló una alegría efímera y escasa a la afición. En el 85, el de Fátima batió a Cabrero y permitió pensar en un resultado más positivo que finalmente no se dio. Aquella fue su sexta diana con el conjunto blanquiverde. Después vino la definitiva consagración, que precedió a un doloroso señalamiento de la hinchada y la despedida posterior en 2011. Ese adiós fue sólo un hasta luego pues el pasado verano regresó y lo hizo para tomar el mando en el césped. El domingo es el único superviviente de un duelo que quizá pocos ya recuerden. Casi tres lustros después, la perla se convierte en líder ante el Cartagena.
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