Segunda RFEF - Tercera RFEF
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Fútbol Córdoba
Un invicto Salerm Puente Genil resiste en una jornada gris para el fútbol cordobés
Hay empates que, por el contexto y el desarrollo, dejan la sensación de un trabajo bien hecho. Y eso es precisamente lo que se trae el Salerm Puente Genil de su visita a Málaga, un punto de hierro (0-0) ante el filial malaguista en un partido surrealista, marcado por la lesión del colegiado y un final maratoniano que se fue más allá del minuto 100. El conjunto de Álvaro Cejudo no solo mantiene su condición de invicto y se aferra a la zona alta de la tabla, sino que demostró una solidez admirable y mereció un premio mayor, pues gozó de las ocasiones más claras para haberse llevado la victoria.
El encuentro fue intenso desde el inicio, con un Salerm Puente Genil muy bien plantado que tuteó al filial blanquiazul. La primera mitad, entretenida, dejó oportunidades en ambas áreas, pero fueron los rojinegros quienes tuvieron la más clara. Cerca de los diez minutos de juego, una gran acción de Cacho por banda terminó con un buen pase atrás que Ismael García, en boca de gol, no acertó a convertir en el 0-1. Pese a los intentos locales, el buen hacer defensivo de los pontanos y la falta de puntería llevaron el partido sin goles al descanso, con la sensación de que el Salerm Puente Genil tenía el plan muy claro.
Tras el paso por vestuarios, el dominio visitante se acentuó. El Salerm dio un paso al frente y embotelló por momentos a un Atlético Malagueño que se sostenía gracias a las intervenciones de su guardameta. Los pontanos rozaron el gol en varias ocasiones, la más increíble en el minuto 58, cuando la defensa local sacó un balón bajo palos de manera milagrosa tras un remate trastabillado por el portero. Sin embargo, cuando mejor estaban los de Cejudo, llegó el esperpento. Al filo del minuto 80, el árbitro principal cayó lesionado, obligando a detener el partido. Se vivieron entonces más de diez minutos de incertidumbre -en Segunda RFEF no hay cuarto árbitro-, conversaciones entre delegados y jugadores calentando sobre el césped, hasta que finalmente se pudo reanudar el choque.
Ese parón no enfrió al Salerm, que en el larguísimo tiempo de añadido buscó la victoria con ahínco. Y la tuvo. En el minuto 96, Capi dispuso de un mano a mano clarísimo para sellar el triunfo, pero su remate se marchó fuera lamiendo el poste. Fue la última gran bala de un partido que terminó sin goles, pero que refuerza la extraordinaria imagen de un Salerm que sigue sumando y compitiendo a un nivel superlativo en este arranque de liga. De esta manera, se mantiene imbatido, suma 8 puntos en su casillero y se asienta en la zona alta de la tabla, que, por el momento, comanda el CD Extremadura con pleno de puntos.
El CD Pozoblanco salva los muebles en una jornada gris para los cordobeses en Tercera
Por su parte, la cuarta jornada en el Grupo X de Tercera RFEF dejó un sabor amargo para los representantes cordobeses, que no pudieron replicar el éxito de semanas anteriores. La cara más negativa la vivieron el Córdoba CF B y el Ciudad de Lucena, que encajaron sendas derrotas. El filial blanquiverde vio truncada su condición de invicto al ceder por la mínima ante el Bollullos (0-1), en un partido decidido por un solitario gol de Andrés al comienzo de la segunda mitad. Tampoco tuvo fortuna el Ciudad de Lucena en su visita al Chiclana, donde cayó por 3-1. Un gol tempranero de los locales en el primer minuto complicó el partido para los aracelitanos, que, pese a recortar distancias por medio de Nacho, no pudieron evitar su segunda derrota del curso, ambas a domicilio.
La única alegría, en forma de punto, la proporcionó el CD Pozoblanco, que se mantiene como el conjunto provincial más fiable en este arranque liguero. Los vallesanos firmaron un trabajado empate sin goles en el feudo del San Roque de Lepe (0-0) y continúan invictos, sumando ya diez puntos en la clasificación. El equipo de Alberto Fernández demostró su solidez, compitiendo gran parte del encuentro con un jugador menos por la expulsión de David García, e incluso tuvo la victoria en sus manos en el tramo final, pero el disparo de Arnau se encontró con la madera.
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