Fútbol femenino
El Hammarby femenino, un campeón de Copa en Suecia con acento cordobés
El talento cordobés llega a todos los confines del mundo, y más si cabe en el ámbito deportivo. La provincia es una gran cantera, tanto de atletas como de profesionales de élite, que han ido encontrando su acomodo en diferentes lugares, tanto en el panorama nacional como internacional. Hoy toca fijar las miradas en Estocolmo, Suecia, y más específicamente en un pequeño pero histórico club: el Hammarby. Su sección femenina se acaba de proclamar campeona de la Copa de Suecia, y tiene un gran sabor cordobés en su equipo técnico. Tanto el segundo entrenador, Rafa Roldán, como el preparador físico, Jesús Mateo, tienen sus orígenes en Córdoba.
En enero de 2022 empezó la andadura de Rafa Roldán como segundo entrenador, pero su historia en Escandinavia se remonta hasta el año 2012. Todo comenzó en un Erasmus a Noruega de nueve meses, que se acabaron convirtiendo en seis años, ya que, en Volda, encontró su verdadera pasión, y comenzó a ejercer en el mundo del fútbol. En el 2018 le llegó una gran oportunidad, ya que Ian Burchnall, entrenador inglés, contó con él para fichar como asistente por el Östersunds FK de la Primera División sueca masculina. Tras dos temporadas y media allí, decide poner rumbo hacia el Hammarby como segundo, según él en declaraciones a CORDÓPOLIS, porque le presentaron “un proyecto muy bueno en la parte femenina”, en el que “la intención del club era hacer que el club fuese el mejor de la liga y el mejor de en Escandinavia”.
Poco después llegaría Jesús Mateo, natural de Doña Mencía, a las filas del equipo sueco. Según cuenta el propio Roldán, “alrededor de febrero o marzo salió una posición disponible como preparador físico, y yo a Jesús -Mateo- lo conocía de la universidad, en el año 2009, cuando estudiamos juntos en Sevilla”. Por lo tanto, no dudó en llamarlo, y Mateo puso fin a su relación contractual con el Sevilla FC para poner rumbo hacia Estocolmo.
Las labores de Rafa Roldán como segundo entrenador en el Hammarby no distan mucho de las que puede realizar cualquier otro segundo entrenador. Con un staff técnico no muy amplio, el cordobés se encarga del análisis táctico tanto de su propio equipo como del rival, así como de la planificación de los entrenamientos, de los planes de partido, y la visualización con las jugadoras de vídeos y análisis para prepararlas para el próximo rival. Además de ello, y quizás como máxima diferencia, es el encargado de las jugadas a balón parado, por lo que su trabajo consiste en estar “muchas horas delante del ordenador para ver partidos, analizar jugadoras y rivales, y planificar y revisar entrenamientos”.
Sin embargo, sí que ha notado una gran y clara diferencia entre el fútbol femenino sueco y el fútbol femenino español: el apoyo de la hinchada. Según relata, en el partido de Copa, fueron cerca de 18.000 espectadores los que se dieron cita en el Tele2 Arena de Estocolmo. Pero no se queda la cosa ahí, ya que, en el partido inaugural de la temporada, alrededor de 8.000 aficionados coparon las gradas de su estadio, mientras que en cada desplazamiento del equipo, pese a haber distancias de hasta catorce horas en autobús, siempre hay “cuarenta o cincuenta fans que nos siguen a todas partes”.
En lo que se refiere al nivel de fútbol, recuerda que “hasta hace poco, la liga sueca era la número uno del mundo en tema de calidad, en tema de salarios y demás”, mientras que ahora se encuentra entre el quinto y el sexto lugar, por lo que, en términos de calidad, “es bastante similar a la media de los equipos de España”, exceptuando, por supuesto, al FC Barcelona, que para él es “el mejor equipo del mundo ahora mismo y está por encima de todos”, aunque opina que el Hammarby “podría hacer un papel bastante bueno en la liga española”.
“Poder ganar el primer trofeo en la primera final sénior que disputo es una satisfacción muy grande”
Centrándose en el título de Copa logrado, Rafa Roldán explica que “el camino comenzó el año pasado en agosto, con la clasificación para la fase de grupos”, que está compuesta por cuatro grupos de cuatro equipos. Tras vencer los tres duelos “de una manera bastante confortable”, el Hammarby se clasificó para la semifinal del torneo, donde se enfrentaron al Pitea, que forzó la prórroga. Finalmente, consiguieron ganar el partido “con tres goles a balón parado, así que ese día estaba bastante feliz”, ya que su equipo acabó venciendo por 4-1 gracias, en parte, a su trabajo con la estrategia desde su puesto como segundo entrenador.
La final, por sorteo, les tocó disputarlas en su estadio ante su público. Más de 18.000 gargantas se reunieron en el Tele2 Arena de Estocolmo para escribir “el guion perfecto de cualquier película”. Roldán explica que “jugar en casa, delante de tu público, ante 18.000 espectadores y un ambiente espectacular, con mi chica y mis amigos justo detrás del banquillo hacía que la sensación al principio fuese de no creérmelo todavía”. En el minuto 85, con un cómodo 3-0 a favor del Hammarby en el marcador, el equipo de protocolo comenzó a actuar para que, en el minuto 92 llegasen al banquillo las camisetas conmemorativas del triunfo, que parecía que “no me la quería poner porque todavía no me lo creía”.
Finalmente, el árbitro decretó el final del partido, y la ilusión invadió todo el estadio. Como es tradicional en Suecia, la afición invadió el campo, y el Hammarby levantó el título de campeón de Copa. “Levantar el trofeo es una sensación muy bonita porque, después de once años que llevo aquí en Escandinavia, poder ganar el primer trofeo en la primera final sénior pues es una satisfacción muy grande”, explica el cordobés, que se acordó de “mucha gente que ha estado en el camino”, como su abuelo, su familia, sus amigos o su chica. “Es una sensación de mucha felicidad y de tranquilidad. Cuando ves en televisión al Barça levantando la Champions femenina, o al Manchester City levantando la masculina, no crees que pueda ser algo que se pueda hacer realidad, y cuando te ves en esa situación, es una sensación increíble”, añade, concretando que está intentando “saborearlo lo máximo posible, porque uno nunca sabe si va a poder jugar otra final”.
Pero el trayecto de Rafa Roldán con el Hammarby no acaba ahí. La liga en Suecia, ahora mismo, está completando su primera vuelta de competición, y el equipo estocolmense se encuentra en tercera posición, a tan solo cinco puntos del líder. “Los objetivos del club son claros, y son hacer una mejor temporada que el año pasado. El club estaba hace tres años en Segunda división, y esta es la tercera temporada seguida que nos encontramos en Primera, por lo que la meta es acabar en los puestos de Champions League, y darnos la opción en los últimos cinco partidos de poder optar a todo”, explica el segundo entrenador cordobés, que también apunta que “ya se ha superado una barrera, que era la de conseguir un título, que no se hacía desde hace 28 años”, por lo que ahora “hay que aprovechar esta dinámica positiva de aquí a verano. Tenemos cinco partidos más, poder conseguir el máximo número de puntos posibles, y después del parón que tenemos por la Copa del Mundo, optar a todo”.
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