Otra lección de orgullo

Luces, balón al suelo y acción. La ceremonia se ha vuelto una rutina más habitual de lo que se esperaba, pero así se ha cuadrado el calendario, y el Córdoba Patrimonio afrontaba este martes otra cita liguera. Nada menos que el Jimbee Cartagena visitaba el feudo califa en un encuentro que, a prori, se afrontaba con una notable diferencia clasificatoria. Eso sí, es precisamente en estas contiendas donde reluce el carácter rebelde de los cordobeses, y tal que así se disputó sobre el parqué califa. Un encuentro de pura emoción y que pudo caer para cualquier lado, aunque terminó con un merecido reparto de puntos.

La puesta en escena fue vibrante y fiel reflejo de lo que estaba por verse sobre el parqué. Una salida eléctrica de los locales hizo que la primera ocasión clara del encuentro tuviera sello califa. La misma se produjo en una contra de Caio quien dejó para Pablo del Moral, el cual la picó perfectamente superando, incluso, al meta cartagenero. Sin embargo, cuando todo el mundo cantaba gol, apareció un jugador rojillo para sacar el balón en la línea. Pero el susto ya estaba en el cuerpo de los visitantes, y más que tuvieron cuando poco después, una perfecta triangulación tras saque de esquina la remató Shimizu a bocajarro. No obstante, su golpeo se encontró con el cuerpo de Chispi. 

Lejos de los irregulares inicios de partidos recientes, el Córdoba Patrimonio estaba encontrando su mejor versión, logrando maniatar bien al cuadro de Duda, que el poco peligro que ocasionó en los primeros compases llegó a través del bujalanceño Solano, quien mostraba una y otra vez su superioridad física en el puesto de pívot. Por contra, la verticalidad llevaba la firma del cuadro de Josan, y la afición no dejaba de llevarse las manos a la cabeza con las constantes oportunidades claras. Otra más la protagonizó Viana que, tras driblar a un defensor y al portero, se topó con el poste en un disparo casi sin ángulo. Intentos e intentos, pero mucho se estaba perdonando. 

Y es que con estos equipos no se pueden desaprovechar las oportunidades francas. Era evidente el talento del Jimbee Cartagena, y en la primera que tuvo, la clavó. A los seis minutos, Marinovic consiguió adelantar a los suyos en un contragolpe en el que se plantó solo ante Cristian y no falló con el golpeo cruzado. Cuestión de eficiencia, y sí, también un poco de fortuna.  

Sin embargo, el gol en contra no amilanó el ánimo califa, que continuó siendo dueño absoluto del partido. La posesión era claramente suya, y también las oportunidades. Otra más tuvo Shimizu, tras desenvolverse bien en el área contraria, aunque su disparo a la media vuelta lo volvió a detener el guardameta rojillo. La suerte no estaba para nada de cara del Córdoba Patrimonio. Pese al esfuerzo, sus intentos siempre tenían algún obstáculo. En efecto, a falta de cinco minutos fue el larguero el que impidió el gol de Zequi al rematar un gran servicio al segundo palo. 

Con todo, no dejaron de creer los de Josan González, y el empeño encontró sus frutos. A falta de minuto y medio para el descanso, una acción individual por banda de Jesulito la materializó el propio ala gaditano enviándola a la escuadra. Las tablas volvían a iluminar el marcador de Vista Alegre. Los blanquiverdes pudieron incluso voltear el resultado, aunque el primer acto ya no daría para mucho más.

La reanudación, de primeras, trajo un guion similar. Bien es cierto que el Cartagena comenzó a empujar un poco más y se hizo ahora más dueño de la posesión, pero las claras llevaban la firma blanquiverde. La mejor en el arranque del segundo tiempo llegó de los pies de Perin, que supo revolverse bien y golpear, pero otra vez apareció el cuerpo de Chispi. Y entonces llegó el segundo golpe visitante. Otra vez Marinovic, que mediante una galopada la cedió, esta vez para que Lucao la pusiera en la cruceta. Otra vez a remar contracorriente.  

Sin embargo, tampoco se achicó entonces el Córdoba Patrimonio. En esas, del primer momento de fortuna llegaría de nuevo el empate local. Un saque de esquina que fue a parar a Ismael, quien impactó mal su disparo. Pero el golpeo mordido acabó llegando a Viana, y éste la empaló directa a las mallas. Este gol sí que desató más esperanza si cabe, pues solo un minuto después, una jugada de pillo de Zequi propició un pase medido para que Pablo del Moral acabara de voltear el resultado. 

En pleno éxtasis califa, llegó la polémica, pues Viana vio la segunda amarilla, lo que dejaba a los suyos en inferioridad durante dos minutos. Pero la garra de este equipo no entiende de límites, y ahí supo achicar aguas ante las envestidas rojillas. Recuperado el quinto efectivo, el sufrimiento iba a seguir haciendo estragos. No obstante, el héroe en este caso fue Cristian, quien detuvo hasta tres disparos en boca de gol. Y Vista Alegre se rendía por ese entonces ante él. 

El tramo final fue realmente frenético, y a la altura de todo lo visto antes. Jimbee Cartagena consiguió golpear otra vez en una acción individual de Solano que, a la media vuelta, puso el 3-3 con un perfecto disparo ajustado al poste. Máxima igualdad de nuevo en un desenlace de infarto. Fue ahí cuando Duda decidió poner en escena el portero-jugador. Y en una jugada calmada, los murcianos terminaron encontrando la recompensa por medio de Andresito. Eso sí, el gol acabó teniendo un regusto agridulce para él, ya que terminó lesionándose tras el golpeo. Restaban apenas unos segundos, y el 3-4 hacía temblar la muralla califa. Pero en otro momento de fe hasta el final, Shimizu completó la igualdad en el juego de cinco, otorgando un punto realmente valioso.