Un amargo adiós
El fin de fiesta definitivo al curso 2021-22 se jugó lejos de Vista Alegre. El cierre junto a los suyos ya se produjo la semana anterior, aunque el Córdoba Patrimonio de la Humanidad aún quería dar un último trago a una temporada que ha confirmado a los blanquiverdes como uno de los adversarios más peligrosos de la categoría. Y todavía tiene muchísimo margen por crecer. El Virgen de la Cabeza fue testigo de una exhibición cordobesa en el primer tiempo del partido, pero que no pudo replicarse en el segundo. Había mucho en juego para Viña Albali Valdepeñas, que tuvo más empeño y fortuna al final, lo cual, sostenido con el peso de la grada, acabó siendo decisivo para hacerse con la victoria.
Y es que tardó poco más de un minuto el conjunto cordobés en conseguir asestar su primer golpe, que llegó a través de una jugada calmada y de circulación, en la que el esférico acabó en los pies de Ismael en un pase al hueco, y que el pívot cordobés recogió para impactar un potente disparo escorado que no pudo repeler Edu. El plan establecido y la confianza ganada a las primeras de cambio ante un adversario que para nada iba a dejar verlas venir. En juego, en su caso, estaba la segunda plaza de la tabla clasificatoria. Sin embargo, el inicio fue más intenso para los blanquiverdes, mucho más insistentes sobre la portería manchega. Es más, Jesulito dio un nuevo susto un minuto después, en una acción a la contra en la que el gaditano no pudo superar al arquero. Fue un pie salvador del guardameta portugués y que se replicó en el 4' de partido, ahora para despejar un peligroso golpeo de Viana. Arremetía con todo el Córdoba Patrimonio.
Los siguiente compases transcurrieron en un intercambio de golpes sin acierto entre uno y otro bando. Eso sí, Valdepeñas seguía sin sumar ocasiones entre los tres palos. De hecho, la primera no llegó hasta una vez superados los primeros cinco minutos de choque, con un chut lejano de Lazarevic que detuvo bien el joven Víctor, encargado de ocupar la portería cordobesa en la última jornada de liga. Pero es que el empeño de los blanquiverdes estaba siendo notable, y estuvieron muy cerca de convertir el segundo en una nueva contra en la que Zequi aprovechó un rechace para rematar a puerta vacía, aunque inesperadamente apareció un jugador local para salvar bajo palos el 0-2.
Los azulones, lejos de su mejor versión, fueron mejorando progresivamente, comenzando a inquietar cada vez más a la portería califa. No obstante, el ímpetu del Córdoba Patrimonio lograba apaciguar cualquier intento de crecimiento valdepeñero. Y la inercia corría a favor de los de Josan, que dieron un nuevo empujón en el tramo final del primer acto. En efecto, un error forzado de Edu en la salida de Viña Albali provocó un robo de Perin, cuyo rebote fue a parar a Ismael, quien iba a firmar su doblete con un sutil disparo lejano desde su propio campo. Y antes del descanso, incluso, habría tiempo para uno más. Fue en otro robo en la zona de mediocampo, tras el que se emprendió una contra en superioridad y en la que Viana la cedió para que Jesulito, en el mano a mano, la supiera directamente en la escuadra. Un 0-3 para soñar camino de vestuarios.
Como era de esperar, los de David Ramos fueron dominadores de la posesión en el arranque de la segunda mitad, con una subida en la línea de presión, eso sí, fueron los blanquiverdes los que tuvieron las más claras a la contra, pero sin encontrar ese último remate hacia el gol. Muchos acercamientos, aunque sin precisión, estaban acumulando los cordobeses, que pese a la mayor intensidad local, continuaban evitando sufrir atrás. En no pocas ocasiones tuvieron el cuarto para iluminar su marcador, pero en todas se encontraron con el acierto del guardameta o con la falta de puntería final.
Y ante un rival como Valdepeñas, por mucho camino andado que tengas, no puedes perdonar tanto. Los manchegos querían poner más tensión a la parte final del partido, y lograron el 1-3 en una acción a la contra que culminó Ivi, el cual se echó el equipo a la espalda en aquellos momentos, en los que también tuvo que volver a surgir la figura de Víctor para evitar mayores desajustes en su ventaja. Y por si no fuera suficiente, la sexta falta peligraba para el Córdoba Patrimonio con algo más de ocho minutos por jugarse.
Justo ahí decidieron los locales poner en escena el portero-jugador. Tocaba sufrir. Y mucho, ya que Rafa Rato, en la superioridad, logró establecer el 2-3 con un disparo ajustado al palo que ahora no pudo alcanzar el portero cordobés. Pero iba a ser providencial, una vez más, su figura minutos después, al conseguir detener el doble-penalti lanzado por Sergio González. Nervios a flor de piel y decibelios al máximo en un Virgen de la Cabeza que apretaba. No había tregua en unos últimos minutos de infarto y en los que, el asedio manchego acabó obrando en el empate, con la firma de Geraghty. Se estaba deshaciendo poco a poco el Córdoba Patrimonio ante la insistencia del Valdepeñas, que se encontró con otro doble-penalti con el que terminó de voltear el luminoso (4-3). Había que sosegar los ánimos y la sangría local se empezó a poder evitar desde el portero-jugador califa. Los de Josan querían morir con la cabeza alta y a base de circulación encontraron otra vez las tablas por medio de Pablo del Moral. Poco más de un minuto y todo por decidir. Solo fue un espejismo, ya que la fortuna estaba lejos de sonreír al Córdoba Patrimonio, que justo en la siguiente acción se encontró con el quinto en contra.
Otro duro varapalo que se incentivó a continuación. Los cordobeses buscaron con insistencia otra vez el empate, pero un rechace tras tiro blanquiverde lo recogió Rafael Rato para hacer el sexto desde lejos y a puerta vacía. El encuentro murió entre intentos fallidos de un Córdoba Patrimonio que dominó hasta que le pudieron las piernas. Una amarga despedida para poner el punto final a la temporada. Un duelo que fue un calco de lo ocurrido. Dando la cara, disfrutando y peleando por algo grande hasta el final, pero muriendo en la orilla ante el gran reto.
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