La encrucijada del Mezquita Rugby Club
La mayor parte de los equipos deportivos de todas las escalas nacionales se encontraban afrontando la recta final de la temporada en sus respectivas competiciones, cuando la situación se vio en la obligación de pararse a causa de la crisis del Covid-19. Algunos, incluso, se encontraban dispuestos a comenzar la fase más decisiva, de cara a un posible ascenso de categoría. Es el caso del Mezquita Rugby Club, que este fin de semana debía de haber comenzado su participación en el play off de promoción, en busca de alcanzar una plaza en la Primera División Andaluza de la modalidad. Una encrucijada que envuelve, como es lógico, a toda la entidad, afectando a sus diversos equipos.
“Estamos con la incertidumbre de qué es lo que va a pasar”, afirma Fran Colmenero, presidente del club, quien recalca que “en el fondo hay un poco de desilusión”, aunque “esta circunstancia de máxima gravedad ha determinado que todo se paralice”. Así, la Federación Andaluza de Rugby emitió hace escasos días un comunicado en el que paralizada todas las competiciones hasta nueva orden. Sin embargo, la postura del dirigente es que “pensamos que ni el play off, ni las chicas que se encontraban en un nivel muy bueno en la Primera División Andaluz de seven, ni la categoría sub-18 ni el resto de base, podrán volver a jugar”, pues “veo complicado que volvamos a disputar algún partido hasta prácticamente septiembre u octubre. La realidad creo que va a ser esa”.
En efecto, desde el Mezquita Rugby Club se alude a lo que está sucediendo en otros países, donde “se están tomando medidas que dejan la liga en suspensión, nadie asciende y nadie baja, pero aquí en España no sé cómo se hará”, pero “yo, personalmente, como presidente y como aficionado, veo muy complicado volver a los terrenos de juego”, puntualiza Colmenero.
En este sentido, el cuadro califal debía jugar la fase de ascenso tras finalizar líder del Grupo Occidental con ocho victorias y solo dos derrotas. Un balance cargado de ilusión hasta que todo se interrumpió. Y en el caso del equipo cordobés, la pausa llegó antes de lo ordenado. “Nosotros fuimos responsables y, antes de que se declarara el estado de urgencia, veíamos como una imprudencia exponer a nuestros jugadores, desde niños a adultos, a cualquier contagio y cortamos los entrenamientos”, narra el presidente, lo cual ha dejado al equipo senior “jodido, por decirlo de alguna forma, desanimado. Siguen trabajando en sus casas como pueden, en sus cocheras, hacen flexiones, pesas, y manteniendo la ilusión de que esto se aclare”.
Asimismo, en lo referente a los sucesos que han ido encadenándose en los últimos días, Fran Colmenero ha querido destacar el abono de las subvenciones a los clubes deportivos por parte del Instituto Municipal de Deportes, agradeciendo “a Manuel Torrejimeno y a todo el cuerpo del Imdeco el esfuerzo que han hecho, porque casi todas las entidades, por lo menos la nuestra y sé que otras también, han recibido las subvenciones de la temporada pasada, agilizando las gestiones para ayudar a esos problemas de solvencia que tenían algunos y que otros gobiernos no fueron capaces de solucionar”. Por tanto, “estamos a la espera, cortando entrenamientos y con una viabilidad económica ahora importante, para afrontar estas dificultades que vendrán, y esperanzados de que se resuelva lo antes posible”.
Y en medio del caos social y deportivo, el presidente ha visto una pequeña luz para no perder la alegría, y la misma la ha protagonizado uno de sus jugadores. Se trata de Adrián García Barreto, que es jugador del senior y entrenador del equipo sub-18, el cual está luchando desde enero contra una leucemia, y que desde hace unos días se encuentra en su casa, lo que es “lo mejor del día para mí”, subraya Fran, que no duda de que “va a luchar como un jabato, ese es más duro que una piedra, siendo además de rugby. Es un chaval canario que lleva con nosotros dos años, súper integrado en la familia del rugby y en la ciudad cordobesa, y que por desgracia le han diagnosticado esto unos meses antes del coronavirus, pero está con su tratamiento a tope”.
Finalmente, el club cordobés no pierde la esperanza que, tarde o temprano, todo vuelva a la normalidad. “Nosotros seguimos con la responsabilidad que como entidad, con respecto a jugadores, cuerpo técnico, familiares, nos corresponde, que es mantenernos en casa hasta que la alarma se levante y, a pesar de ello, seremos más cautos, porque en un entrenamiento hay 20 chavales que vienen de 20 casas y se han juntado con 20 amigos y hay que evitar cualquier tipo de contagio”, así que “esperemos que todo el mundo se encuentre en las mejores condiciones médicas posibles, y esperemos que ni al deporte cordobés ni a la sociedad cordobesa le toque mucho, y podamos salir rápidamente de esta crisis mundial”.
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