Córdoba - Dépor

— Resultado, goles y resumen

El Dépor asalta El Arcángel y tumba la racha del Córdoba CF en el centenario de Ania

Un castigo excesivo, cruel e inmerecido. El Córdoba Club de Fútbol vio rota su racha de ocho partidos invicto (1-3) ante el RC Deportivo de La Coruña, en el duelo centenario de Iván Ania. Un partido que dominó, pero que se dinamitó por una polémica decisión arbitral, una más, de Moreno Aragón. Los blanquiverdes, muy superiores, sobrevivieron a la lesión de Fomeyem y asediaron al Dépor durante todo el encuentro, pero se estrellaron contra un golazo de Quagliata con la magia de Yeremay. Pese a empatar de inmediato, un polémico penalti y expulsión de Rubén Alves (revisada por el VAR) dejaron al equipo con diez. El Córdoba buscó la épica, pero el Deportivo sentenció a la contra, llevándose un premio excesivo ante lo visto en El Arcángel.

Con la llegada de un nuevo frente de lluvia arrancó el duelo en El Arcángel, sobre un césped en perfectas condiciones, pero extremadamente rápido por este motivo. Así, se imprimió, por parte de ambas escuadras, un ritmo elevado desde los primeros instantes del duelo. Como dato clave, Ania optó en esta ocasión por alinear a Álex Martín en el carril zurdo, dejando a Carlos Isaac en su puesto y a Alcedo en el banquillo. Con esta configuración, los blanquiverdes arrancaron a dominar el duelo, tímidamente, cuando se cumplía el primer cuarto de hora de juego.

Fue ahí cuando, primero por medio de centros, y luego con un disparo lejano de Álex Martín, empezó el Córdoba CF a gustarse a sí mismo, a reencontrar su mejor versión y a comenzar a dominar a un Dépor timorato encerrado en su propio campo. No conseguía la escuadra de Antonio Hidalgo salir con claridad al contragolpe, hecho que aprovechaba el cuadro blanquiverde para robar alto y crear sus primeros acercamientos con peligro. Fue también en estos instantes, sobre el 22 de juego, cuando Álvaro Moreno Aragón levantó la primera protesta de la grada al enseñar dos amarillas al Córdoba CF en apenas un minuto.

Apenas unos instantes después llegó también otro momento clave: Fomeyem pedía el cambio con insistencia tras irse al suelo a despejar una contra rápida del Dépor, cayendo con todo su peso sobre su pierna izquierda. Sería Xavi Sintes su sustituto, y el parón, pese a que pudiese parecer lo contrario, dio más mordiente si cabe al Córdoba CF. Así, a la media hora de juego, una pared de Isma Ruiz con Jacobo acabó con un intento al palo corto del centrocampista, blocado bien por Parreño; y apenas dos minutos después, llegaría la más clara hasta el momento: centro de Carlos Isaac desde la derecha y remate de Fuentes en el primer palo, que se marchó fuera. Sería la tónica del primer tiempo, con un Córdoba CF dominador, y un Dépor buscando la contra, aunque el marcador no se movería al término de los primeros 45 minutos de juego.

Tras el paso por vestuarios, el Córdoba CF salió dispuesto a culminar el asedio. Los blanquiverdes encerraron al Dépor y la sensación de gol era inminente. Théo avisó primero con un balón suelto en el área que mandó a las nubes pero, poco después, llegó la doble ocasión más clara: un robo en la misma frontal del área permitió al propio Théo Zidane asistir a Fuentes ante la llegada con potencia del ariete, pero Germán Parreño repelió el tiro a bocajarro. El rechace lo cazó Jacobo, cuyo latigazo desde la frontal obligó al meta a otra parada. El Córdoba era un vendaval.

Y justo entonces, en el mejor momento local, el Dépor asestó un golpe letal. En el minuto 59, en una jugada aislada, Yeremay filtró un pase entre líneas, encontró -con caño incluido- la entrada de Quagliata, y este fusiló a Iker Álvarez con un balón que tocó el larguero y entró. Un golazo que heló El Arcángel. Pero este Córdoba, lejos de hundirse, tiró de la épica de Málaga, El Arcángel apretó y el equipo respondió. En el minuto 66, en una gran jugada por la derecha, Carlos Isaac puso un centro raso y tenso que Diego Bri fue a atacar, provocando que el central Noubi se introdujera el balón en su propia portería, colocando el empate.

El estadio estalló, pero la alegría duró un suspiro. Casi de inmediato, en el minuto 68, el Deportivo reclamó un penalti por un agarrón de Rubén Alves sobre Zakaria en una disputa tras centro de Quagliata. Tras cuatro largos minutos de revisión, en el 72, Moreno Aragón fue llamado por el VAR, acudió al monitor y la decisión fue la peor posible: penalti y tarjeta roja directa para Rubén Alves. Una decisión rigurosa en un agarrón de dos jugadores dentro del área, que encendió las protestas, una vez más, con el árbitro granadino, y dejó al Córdoba con diez. Yeremay, con una frialdad absoluta, anotó el 1-2 de panenka.

El asedio, pese a la inferioridad, fue absoluto durante los últimos minutos de juego. Por medio de Diego Bri llegaron las más claras, con centros al área que pese a encontrar a Fuentes, no acabaron en gol. Y de hecho, ya en el añadido, llegó la más clara: un centro que peinó Guardiola y quedó franca para Sintes que, a puerta prácticamente vacía, mandó alto. Pese a la inferioridad, el cuadro califa no dejó al Dépor salir de su propio campo, pero el empuje no fue suficiente para emular lo visto en Málaga y, a la contra tras un córner, llegó la sentencia de Mella con el 1-3. Un gol que, pese a ser en contra, sacó un aplauso del respetable blanquiverde, que fue contuntende: 'Orgulloso de nuestros jugadores'.