El acceso a Copa del Rey, el primer reto del Córdoba
Más de dos décadas hace que no está ausente de la competición, que además gusta y mucho en la ciudad. Resulta lógico esto último cuando en las más recientes ediciones, desde 15 años atrás aproximadamente, la clasificación hasta octavos fuera habitual. El caso es que ahora no tiene asegurada su participación en el llamado torneo del KO, lo cual es consecuencia directa de la negativa temporada 2021-22. Dicho de otro modo, al Córdoba no le queda más remedio que pugnar por una plaza en Copa del Rey y ha de hacerlo en un campeonato quizá considerado menor hasta la fecha en la ciudad. Se trata de la Copa RFEF, a la que también se ven abocados otros 11 conjuntos de Segunda B la pasada campaña.
Los primeros detalles sobre la mencionada competición los aportó la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante la jornada del lunes. En realidad, el ente presidido por Luis Rubiales publicó las normas y fechas de todos sus campeonatos. Por tanto, lo primero en confirmarse fue el inicio de liga, en Segunda RFEF en el caso del conjunto blanquiverde, que va a tener lugar el fin de semana del 4 y 5 de septiembre. Pero la novedad más interesante para el cuadro califal es otra, precisamente su necesidad de intervenir en la Copa RFEF para acceder al conocido como torneo del KO. Sobre todo porque es el primer reto que tiene el equipo de Germán Crespo en la 2021-22, entre otras cuestiones para no sentar un precedente.
El Córdoba no deja de estar presente en la Copa del Rey desde el curso 1998-99, que acabó con el recordado ascenso a Segunda A en Cartagena. Corre el riesgo, de esta forma, de quedar fuera de la competición por primera vez en 22 años. Para evitarlo ha de ser una de las cuatro mejores entidades de la Copa RFEF, en la que participan un total de 32 equipos. De estos, sólo 12 proceden de Segunda B -en relación al anterior campeonato- y entre ellos se halla el conjunto blanquiverde. Según la circular acerca de estos torneos y la Supercopa de España, además el cuadro califal se contabilizan dentro de este apartado: Numancia, Langreo, Racing, Arenas, Llagostera, Hércules, Linense, Villanovense, Mérida, Ebro y Lleida. Todos ellos no intervienen hasta la Fase Nacional, tras una primera etapa de carácter autonómico.
Al igual que sucede en otras competiciones, la Copa RFEF se rige bajo el criterio de proximidad geográfica. Más allá de todos estos datos, fundamental es un aspecto. El acceso a Copa del Rey lo obtienen los cuatro mejores clasificados, que vienen a ser los semifinalistas del torneo. Ése es el objetivo del conjunto blanquiverde dentro de un campeonato en que, por cierto, todas las eliminatorias son a partido único. Dicho esto, el comienzo está previsto, tal y como precisó la RFEF en calendario general para la temporada 2021-22 -hecho público también el lunes-, para el 6 de octubre, con disputa de la final ya el 24 de noviembre. A la penúltima de las rondas está obligado a llegar, en definitiva, el cuadro califal para no marcar un hito negativo.
Tiene el equipo de Germán Crespo esta meta con la intención de evitar, en efecto, la primera ausencia en Copa desde hace más de dos décadas. La última vez que estuvo sin actuar en el torneo del KO fue en la referida campaña 1998-99, con motivo de su clasificación en el Grupo IV de Segunda B en el anterior curso -el 1997-98, claro está-. Entonces el Córdoba terminó sexto después de contar con hasta cuatro entrenadores: arrancó Eduardo Chato González al frente del primer plantel y después le siguieron Antoni Teixidó, Pacuco Rosales y Juan Verdugo. Pero el objetivo lo es además porque existen trofeos en metálico para quienes lleguen más lejos. En concreto, son 90.152 euros para el vencedor, 30.051 para el finalista y 12.020 en semifinales.
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