En caída libre
Una situación negativa que debía ser invertida lo antes posible. La temporada del Córdoba había sido catalogada como fracaso a cinco jornadas de terminar. Por ello, el objetivo de la entidad califal era mantener, al menos, la tercera categoría del fútbol español con la entrada en escena de la nueva organización de las divisiones más modestas de este deporte por parte de la Real Federación Española de Fútbol. Sin embargo y tras la derrota ante la Balompédica Linense en El Arcángel (1-2), los blanquiverdes tenían la obligación de ganar en la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz ante un filial gaditano que llegaba con la esperanza de competir y dar un susto a uno de los principales favoritos del nuevo subgrupo. De hecho, el cuadro dirigido por Alberto Cifuentes golpeó primero en los instantes iniciales de la contienda y fue administrando la ventaja a lo largo del encuentro, desactivando a unos visitantes que encadenan dos derrotas consecutivas en el momento más importante del curso natural.
A pesar de que su situación no era favorable en cuanto a alcanzar los dos primeros puestos del subgrupo se refiere, el Cádiz B salió al césped de la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz con muchas ganas de convencer y volver a la senda de la victoria. De hecho, el filial gaditano avasalló la portería defendida por Isaac Becerra en los primeros instantes de la contienda. Tanto fue así que después de dos ocasiones en apenas un minuto de partido, Boselli marcó a placer tras una falta de contundencia bestial en la zaga blanquiverde. Este gol llegó sin que el Córdoba lograse meterse de lleno en el partido e incluso estuvo a punto de igualar instantes después tras un buen centro de Moutinho, pero el guardameta Juan Flere logró rechazar el remate de Willy Ledesma dentro del área. Aun así, la falta de concentración en los minutos iniciales fue el primer hándicap de los califas en El Rosal.
Al menos, el gol pareció despertar a unos chicos de Pablo Alfaro que, a pesar de no tener el balón en los primeros instantes de la primera mitad, combinaba por dentro para así encontrar espacios en las bandas. De hecho, una buena triangulación dejó solo a un Moutinho que consiguió poner un buen centro al segundo palo para un Willy Ledesma que no acertó a rematar a la media vuelta. Esta tendencia positiva fue en aumento conforme los minutos iban pasando y el Córdoba lograba llegar con más peligro a la meta defendida por Juan Flere. Tanto fue así que Nahuel Arroyo, uno de los más activos en la primera media hora de los blanquiverdes sobre césped gaditano, tuvo un mano a mano ante el arquero, pero el italoargentino logró despejar sin ningún tipo de problema. Aun así, el Cádiz B intentó volver a dominar el esférico, desactivando a unos visitantes que se tomaron un respiro antes de volver asediar la portería local.
Sin embargo, este dominio duró muy poco. El Córdoba nuevamente tomó el timón del partido en busca de un empate que se resistía en exceso. Asimismo, la ansiedad por conseguir la victoria no estaba siendo gestionada del todo bien por unos blanquiverdes que se precipitaban en los metros finales, logrando perder el balón sin apenas inquietar la meta defendida por Juan Flere. Aun así, los chicos dirigidos por Pablo Alfaro lo seguían intentaban con balones frontales para que Willy Ledesma pudiera pelear ante la defensa gaditana, pero el cuadro local defendía sin problemas aparentes e incluso gozó de oportunidades al contragolpe. De hecho, Boselli estuvo a punto de hacer el segundo en la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, pero Isaac Becerra atajó bien abajo. Durante los minutos finales, el club califal no logró acercarse a las inmediaciones del filial cadista, únicamente con un nuevo mano a mano de Willy Ledesma que no supo rematar con acierto. Gracias a esto, la entidad cordobesista se fue al túnel de vestuarios con una decepción lógica y con las ganas de revertir la situación a lo largo de la segunda mitad.
Y todo parecía indicar que iba a ser así. Los blanquiverdes arrancaron con la marcha necesaria y la que faltó en el inicio de la contienda. De hecho, en apenas cinco minutos de la segunda mitad pasó de todo. Primeramente, el Córdoba logró inquietar la meta defendida por Juan Flere e incluso, tras una serie de rechaces, Moutinho mandó el balón al palo cuando ya cantaban los visitantes el empate en la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz. Por otro lado y justo después de la ocasión cordobesa, Diarra estuvo a punto de aprovechar un error de Álex Robles, aunque el futbolista malagueño enmendó su error y le quitó el balón con polémica debido a que el filial gaditano pidió insistentemente la pena máxima al colegiado canario. Un ritmo trepidante que fue de más a menos durante la segunda mitad, mientras que los califas querían dominar el balón para no generar las ocasiones peligrosas del filial gaditano.
Aunque el tiempo se terminaba. El Córdoba debía conseguir los tres puntos si no quería perder las posibilidades de acceder a la nueva Primera RFEF. Por ello, el técnico Pablo Alfaro mandó a todos sus jugadores al ataque, sin descuidar el peligro que tenía el Cádiz B al contragolpe. Sin embargo y conforme pasaban los minutos, los blanquiverdes no lograban inquietar en demasía la portería defendida por Juan Flere. Debido a esto y gracias a los nervios, las imprecisiones sucedían en una plantilla que debería estar aclimatada a este tipo de situaciones, pero no era el caso. De hecho y una vez pasado el ecuador de la segunda mitad, el club califa no era capaz de superar la defensa de un filial gaditano que realizó permutas para dar frescura a la hora de realizar los diferentes contragolpes.
Estas sustituciones no llegaban en el equipo califal y la situación se mantenía. De hecho, Jordi Tur, jugador que salió cedido al Córdoba durante la temporada pasada y no jugó ni un solo minuto con la elástica blanquiverde, comenzó a dar tranquilidad los suyos, volviendo a desactivar a unos visitantes que seguía insistiendo con los balones laterales que casi nunca encontraban rematador. Aun así y tras 80 minutos disputados, Pablo Alfaro dio entrada a Diego Domínguez, debutante con el primer equipo y goleador del filial cordobés, para dar aún más frescura al ataque califa. Sin embargo y a pesar de gozar de oportunidades con disparos exteriores, el Córdoba no consiguió mover el marcador de la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, pero el filial gaditano sí. Alberto Vázquez realizó una jugada impresionante, dejando en el dique seco a tres rivales y haciendo el segundo y la sentencia para un conjunto blanquiverde que encadena su segunda derrota consecutiva en el momento clave de la campaña. Trágica temporada que podría acabar con un descenso encubierto a la cuarta categoría del fútbol español.
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