Córdoba CF

— Análisis

Atrapados en los mismos vicios de siempre

La derrota del Córdoba CF en Andorra fue una de esas que son difíciles de digerir. El propio director deportivo de la entidad, Juan Gutiérrez Juanito, reconoció a través de una storie de Instagram que tocaba una semana de “tragar arena”, tras el mal partido firmado por los blanquiverdes en esta última visita. Y es que, más allá del resultado, un contundente 3-1 que dejó la tercera derrota del curso para los de Iván Ania, lo que más preocupó fue la falta de contundencia en las áreas, la falta de solidez, la incapacidad para materializar ocasiones y los fallos de jugadores que no suele caer en estos errores, lo que provocó un cómputo de situaciones que reafirman ese mal sabor de boca.

Decía Iván Ania en la rueda de prensa previa al partido que el triunfo pasaba porque su equipo fuese capaz de quitarle el balón al FC Andorra. Y lo consiguió con creces. Quizás de lo único salvable de la imagen blanquiverde en su visita a Andorra La Vella fueron esos primeros instantes del partido, donde el Córdoba CF se recordó a sí mismo cómo solía jugar la pasada temporada, y maniató a un conjunto andorrano que no supo como replicar. Las ocasiones se sucedieron, ya con el 0-1 en el marcador, pero ni con todo a favor, los blanquiverdes lograron anotar -el único gol califa fue en propia de Petxarroman-. 3 ocasiones claras, 13 tiros totales, 6 saques de esquina y 5 tiros a puerta, pero el marcador al descanso era de 2-1.

Por su parte, el FC Andorra apenas tuvo que seguir el guion ya preestablecido en el manual existente en el imaginario colectivo de 'Cómo hacer daño al Córdoba CF': esperar en campo propio, aguantar las embestidas blanquiverdes, lanzar balones a la espalda de la defensa y esperar algún fallo de la zaga. Así llegaron estos dos goles: el primero tras un fallo garrafal de Carlos Marín, que si bien es cierto que tenía la visión bloqueada por un grupo de jugadores, pudo hacer mucho más para parar el gol; y el segundo con el enésimo balón al espacio para Minsu, que se marchó en velocidad de Carlos Isaac y de Marín para anotar a placer en cuarto y último disparo del Andorra en la primera mitad.

Del 'todo' a la 'nada'

Aun así, y con la frustración acumulada de lo vivido en la primera mitad, al descanso el marcador seguía siendo ajustado: 2-1 para el Andorra, con 45 minutos por delante para volver a dominar. Ya lo había logrado el Córdoba CF contra el CD Castellón, donde tras una infame primera parte, logró a base de intensidad voltear el marcador en la segunda mitad. Iván Ania reaccionó al descanso haciendo debutar a Jan Salas tras apenas 3 entrenos con el equipo; y dando entrada a Carracedo en pos de un gran Kevin Medina, que había sido uno de los grandes revulsivos del ataque califa en la primera mitad.

Ni los cambios, ni los debuts ni los gritos de Iván Ania desde el área técnica lograron hacer reaccionar a un Córdoba CF completamente a la deriva. Lo intentó tímidamente al inicio del segundo tiempo con dos buenas ocasiones de Guardiola, pero con el paso de los minutos, el plan blanquiverde fue cayendo como un castillo de naipes, que los andorranos lograron aprovechar para anotar el 3-1, que incluso pudo llegar a ser 5-1 de no ser por dos buenas intervenciones de Carlos Marín. Como dato, el Córdoba CF ni siquiera logró un disparo a puerta en la segunda mitad: 0 tiros entre los 3 palos, un total de 6 -todos desviados- y, eso sí, un dominio absoluto de la posesión con un 66% en los segundos 45 minutos. “Llegamos allí y queremos, en vez de finalizar, hacer lo más difícil, queremos tirar paredes, bicicletas… Hay que tirar a puerta”, reconocía un enfadado Iván Ania al término del partido.

Las conclusiones de este partido son sencillas, pero desesperantes: el Córdoba CF sigue adoleciendo de los mismos problemas de siempre. El propio Iván Ania ya reconocía a inicios de la pasada temporada que lo importante en Segunda División era lo que ocurría dentro de las áreas, y no lo que pasaba entre ellas. En este caso, el conjunto blanquiverde fue dominador de lo que ocurría entre áreas, e hizo méritos de sobra para dominar en la contraria. Pero, cuando la pólvora está mojada y las defensas, bajo mínimos, el resultado es un 3-1 para un equipo recién ascendido que deja una larga ristra de tareas pendientes para el Córdoba CF de cara al futuro próximo en LaLiga Hypermotion.

Las cifras confirman el mal momento

Pero, si las sensaciones de este Córdoba CF son negativas, con un equipo predecible y carente de garra, las cifras tampoco invitan al optimismo. El equipo entrenado por Iván Ania arrancó la pasada temporada con una discreta puntuación de cinco puntos (una victoria, dos empates y dos derrotas) en las primeras cinco jornadas, con un balance de cinco goles a favor y seis en contra. Esta temporada, por contra, los blanquiverdes han perdido ya tres partidos y solo han sumado un triunfo y un empate. En cuanto a los goles, el déficit es evidente con cinco dianas a favor y nueve encajadas. Y, si ya la pasada temporada era alarmante, ese dato de goles recibidos, cercano a los dos por partido, es especialmente preocupante y totalmente insostenible para cualquier equipo que quiera ser mínimamente competitivo en una categoría tan exigente como LaLiga Hypermotion.

Sin embargo, como nota positiva, cabe también remarcar que los equipos de Iván Ania suelen arrancar a ritmo lento, y alcanzan su punto álgido de forma con el paso de las jornadas. Aún con todo, una muestra de tan solo cinco jornadas no es representativa de lo que se verá en el resto de la temporada. Aún queda un mundo por delante. Sin ir más lejos, otros equipos llamados a estar en la zona alta de la tabla como Almería, Leganés, Málaga O Las Palmas apenas suman un puñado de puntos más que el Córdoba CF. O, sin ir más lejos, a estas alturas de la temporada, el Elche firmaba unos números prácticamente calcados a los del Córdoba CF este año (4 puntos, 5 goles a favor y 8 en contra), mientras que otros como Zaragoza o Burgos copaban la zona alta.