El Coto Córdoba lucha pero se queda sin premio ante el Ciudad de Huelva
Un día de sensaciones para todos los gustos. Del buen inicio a un tramo desolador en el que, por momentos, se vio todo perdido. Eso sí, un desenlace frenético permitió creer hasta el final y caer, pero con la cabeza alta. Al Coto Córdoba le queda mucho camino por recorrer y seguirá peleando cada contienda. En este caso no pudo con un Ciudad de Huelva que encontró una solidez grupal mayor y resisitió las embestidas finales de un recién llegado, pero con maneras de equipo grande.
Había que marcar la diferencia desde la defensa y ese fue el plan de partido del Coto Córdoba CB desde el salto inicial, mostrando una excelente actividad de manos en la presión a toda pista, lo cual permitía ahogar los ataques rivales prácticamente desde antes de su inicio. Así, tras el 2-2 de salida, el parcial a favor de los locales fue de 6-0 para un ilusionante 8-2, con grandes minutos de Fadal y Lucas Muñoz. Era una notable carta presentación ante un Vista Alegre que se iba poblando a cuentagotas. Con todo, el dominio cordobés era casi total en aquellos instantes.
Fue así como el parcial se ampliaba hasta el 14-6, sacando a su vez mucho partido a las segundas oportunidades en ataque. Eso desesperó al entrenador visitante, que rápidamente puso en marcha no pocas rotaciones, al tiempo que se hacían demorar entre los blanquiverdes. Ese buen tramo sirvió, además, para presenciar el debut del paraguayo Álex Peralta, que sumaba sus primeros minutos con el Coto. Un alero que debe aportar rango y rebote desde la línea exterior, además de mucha experiencia. Eso sí, como es lógico, aún debe adaptarse al ritmo de los califas.
De hecho, el paso de los minutos permitió al Ciudad de Huelva ir metiéndose en el encuentro. Tanto que en la recta final del primer acto se hizo con un parcial de 3-12, el cual le ponía por delante por primera vez (17-18). Los primeros diez minutos se cerraron con un igualado 18-20, muy lejos de la gran imagen vista en los primeros compases.
Esa misma inercia se mantuvo en la reanudación del segundo cuarto, donde se veía nuevamente muy atascado al equipo de Alfredo Gálvez, lo que deparó en otro empujón en el marcador por parte de los onubenses, con un 2-7 ahora de salida, con antideportiva incluida. Había cortocircuitado la circulación de balón y se producían numerosos errores forzados, lo que no hacía más que beneficiar al equipo visitante. Gálvez probó de todo, e incluso le dio minutos a la nueva torre blanquiverde.
Los 212 centímetros de Jacob O’Connell saltaron al parqué y, pese al esfuerzo del jugador por aportar desde el primer momento, también era muy evidente que aún le queda tiempo para entrar en la fluidez de los sistemas del equipo. Uno que seguía muy afectado por su sequía desde el perímetro. De hecho, el primer triple del Coto lo firmó Guille del Pino a falta de menos de dos minutos para el descanso, y servía para poner el 32-38. El segundo llegaría poco después, ahora obra de Nixon, que sobre la bocina dejaba un 35-43 que obligaba a las suyos a dar un paso al frente en la segunda mitad.
El reinicio de partido no fue mucho más favorable para los blanquiverdes, que encajaron un rápido parcial de 1-7, lo que ya hacía que la ventaja sobrepasara la barrera psicológica de los diez puntos. Asimismo, en ese tramo, el choque se volvió más duro que nunca y Vista Alegre se calentó, tras dos faltas técnicas casi seguidas en contra del Coto y con ambos equipos en bonus con casi más de seis minutos por jugarse. Con todo, estaba más fluido el equipo onubense, que seguía comandando el luminoso, al tiempo que los cordobeses apenas rascaban puntos desde el tiro libre.
En el último cuarto se entró con un 52-65 que evidenciaba unas cuentas muy complicadas para los locales. Eso sí, un parcial de 4-0 por parte del Coto avivaba nuevamente la esperanza, bajando de los diez y obligando al técnico visitante a pedir tiempo muerto. Y más que se incrementó la ilusión con el triple de Nixon que establecía el 59-65. Había que creer. El parcial continuaba creciendo hasta el 9-0 en el ecuador del periodo (61-65). Sin embargo, la intensidad defensiva hizo caer al Coto en bonus y desde ahí fue frenando la sangría el Huelva, que con tres tiros libres estiró su renta hasta el 61-69.
Los tres últimos minutos fueron de infarto en ambos lados de la pista. Un ir y parar y un público cada vez más crecido. Como lo estaba el Coto en cancha, que a base de orgullo y esfuerzo defensivo fue creyendo en que podía remontar. Un contraataque de vértigo entre Gonzalo y Pablo ponía el 72-74, la mínima diferencia desde el inicio del segundo cuarto. En ese rango se jugó todo durante la recta final. Se rozó, pero quedó en un sustiro. En un contraataque mal llevado. Un triple que se le salió a Paco y otro taponado a Nixon. Orgullo en Reyes, pero sin regalo (75-82).
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