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Aglomeración en la sala de máquinas

De izquierda a derecha, Edu Ramos, Luso, Aguza y Caballero en un entrenamiento | ÁLEX GALLEGOS

Rafael Ávalos

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Cada acción tiene reacción. Es la idea de la causa y efecto, que también sucede en el mundo del fútbol. Y el Córdoba no es menos proclive a vivir ese tipo de situaciones en las que una decisión genera un hecho al que responder. Aun así, la decisión depende de otros condicionantes. El problema -matemático- surge sobre el papel estos días en relación al centro del campo del conjunto blanquiverde para la próxima temporada. En la medular cuenta en estos momentos Luis Miguel Carrión con nueve jugadores, ahí es nada. Aunque en realidad son ocho los que deben entrar en la lista oficial toda vez que Jordi Ortega va a seguir como integrante del filial. Una acumulación de efectivos que es menor, sólo levemente, después de que este jueves saliera Borja Domínguez. La marcha del gallego era un secreto a voces y se hizo real con su traspaso por unos 100.000 euros al Alcorcón. Sea como fuere, son ocho los futbolistas adscritos a las dos posiciones de pivote -defensivo y creativo- los que posee hoy por hoy el cuadro califal. Una cifra que resulta elevada en cualquier plantilla.

Dada la aglomeración existente en la sala de máquinas blanquiverde, la opción de que haya alguna marcha más en esa línea sobrevuela El Arcángel. Las miradas se fijan en Luso Delgado, por el contrario que en Edu Ramos. El centrocampista malagueño tiene pocas razones para estar preocupado -más allá de la posible información que tenga del club- por su presencia en la plantilla. Carrión tiene confianza en él y además su participación en el final del pasado campeonato liguero resultó importante. Así fue porque su ubicación en la línea de medios permitió realizar mucho mejor su cometido a Aguza -por cuyas botas pasaban casi todos los balones- y a Javi Lara -totalmente libre para crear y hacer diabluras un paso por delante-. Algo peor es la situación del aragonés, que ya en la campaña 2016-17 dejó de contar para el preparador catalán. En ese sentido, incluso, no fueron pocas las conversaciones que uno y otro mantuvieron a la conclusión de casi todos los entrenamientos tras el cambio de año. Con todo, su salida depende de la necesidad que en cada momento tenga la dirección de fútbol del Córdoba de fichas libres para completar el vestuario del primer equipo.

Precisamente ése es uno de los condicionantes que puede marcar el futuro de Luso, que está ligado al conjunto blanquiverde hasta 2018. Es decir, le resta una temporada de contrato. De nuevo aparecen las matemáticas en una planificación calculada al milímetro, o eso es lo que se intuye, por el club. Jordi Ortega y Víctor Mena van a ser miembros del B y Borja Domínguez, uno de los señalados para salir ya está fuera, por lo que el overbooking en el plantel se rebaja -de 28 a 25-. Si salen Bijimine y Abel Moreno, tal y como desea la entidad califal, la cifra desciende hasta las 23 licencias profesionales. Y la posible salida de Antoñito, que mira a Valladolid, deja el dato en 22. En El Arcángel barajan dos fichajes más y las cuentas salen en ese caso. Además, existe la opción de dar plaza del filial, aun cuando sean futbolistas -ya plenamente confirmados- de la escuadra que dirigirá Carrión, a Esteve, Quiles e incluso Loureiro -no sería la primera vez que un recién llegado vive esa situación y como ejemplos están Campabadal, Obiora o, incluso, Fede Vico en su regreso-.

Sea como fuere, tras la incorporación de Álex Vallejo, que también puede actuar como central, y la oficialidad del ascenso de Esteve, se produce una casi desconocida -al menos por estos lares- aglomeración en la sala de máquinas del Córdoba. Pero otros condicionantes hacen que esa acumulación de jugadores sea ligeramente menos significativa. Ésa no es otra que la polivalencia sobre el campo de varios hombres. Javi Lara, Markovic y Carlos Caballero apuntan a desenvolverse en la media punta y en el centro del campo a conveniencia del técnico y de los requerimientos del equipo. Del mismo modo, el propio Luso y Edu Ramos son ases en la manga para la defensa -el maño no sólo como central sino también como lateral derecho-. ¿Ecuación resuelta?

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