La visita de Brad Pitt y Jennifer Aniston a la Mezquita de Córdoba que pasó desapercibida hace 25 años

Fue una de las parejas más icónicas de finales de los años 90 y principios de los años 2000 y, sin embargo, de alguna manera pudieron pasear por las calles de Córdoba como dos turistas (noventeros) cualquiera, sin que trascendiera su visita.

Brad Pitt y Jennifer Aniston visitaron Córdoba en el año 1999 dentro de un viaje por el país que había acabado en muchos periódicos y revistas por su icónico paseo por la Alhambra de Granada, pero que ahora, gracias a las redes sociales, también ha dejado una curiosa estampa de su paso por la ciudad.

El usuario @Andrew_loptar ha sido quien, tras descubrir en Instagram la imagen de la pareja en el Patio de los Naranjos, la ha republicado en Twitter, para sorpresa de cientos de usuarios que la han retuiteado.

Lo cierto es que las imágenes de aquel viaje de Pitt y Aniston van y vienen por las redes sociales desde hace años. Hace apenas unos meses, algunos medios de Granada recordaron aquel hermético viaje a Andalucía, especialmente su paso por La Alhambra. Lo hicieron cuando las redes se llenaron de bromas después de que una vecina de la provincia denunciara haber sido estafada por un hombre que se hacía pasar por Brad Pitt y con el que creía mantener una relación.

El viaje andaluz copó portadas de revistas del corazón de la época (algunas, incluso alemanas), pero poca o nula información había de su paso por la ciudad cordobesa. En una búsqueda online sobre aquel viaje, aparecen más instantáneas de la pareja en su paso por Andalucía, algunas en Sevilla y otra, de muy mala calidad, en la plaza del Palacio de Viana.

Eso sí, la imagen de su paseo por el Patio de los Naranjos, sí que ha resultado una sorpresa. En parte por la falta de información al respecto y en parte por el look de los dos intérpretes, que muchos usuarios han indicado que podría ser perfectamente actual.

Pitt no se quitó el gorro de pescador en su viaje por Andalucía. En todas las imágenes aparece con él y con unas gafas Oakley que, en aquella época, eran las más queridas en los festivales de break beat (un estilo de música que también está de moda).