Un proyecto centrado en el cantaor Fosforito recibe uno de los premios ‘Flamenco en el aula’

El proyecto Fosforito, viajero del cante, de los profesores Álvaro de la Fuente Espejo e Inmaculada Pérez Prieto, e impartido en el colegio José María Pemán de Puente Genil ha sido galardonado con uno de los Premios Flamenco en el Aula, que han alcanzado su décima edición.

Según se recoge en la resolución de la Dirección General de Tecnologías Avanzadas y Transformación Educativa de la Junta de Andalucía, este centro pontanés ha recibido el tercer premio, dotado con trofeo y diploma, en la modalidad A, relativa a la elaboración de materiales curriculares y recursos didácticos.

El proyecto ganador ha sido desarrollado por los profesores Álvaro de la Fuente Espejo e Inmaculada Pérez Prieto, a los que se les ha otorgado el galardón “por mantener vivas las figuras artísticas que han contribuido a que el flamenco sea considerado patrimonio inmaterial de la humanidad, profundizando a través de materiales didácticos interactivos y novedosos”.

Todo ello desde la misma tierra en que nació Antonio Fernández Díaz Fosforito (Puente Genil, 1932), llave del cante y uno de los artistas más importantes e influyentes de la historia del cante jondo.

El resto de premios han sido para el proyecto Gamificando el flamenco: Semillas Flamencas, de la profesora Ana Belén Marchena en el colegio Pedro I de Carmona (Sevilla); el proyecto Alas Flamencas de la profesora Esther Crisol del centro Clara Campoamor de Atarfe (Granada); al colegio Nuestra Señora de las Marismas de Utrera (Sevilla), por su proyecto La Peña Flamenca Escolar, coordinado por Gema Villega; al instituto Fernando de los Ríos de Fuente Vaqueros (Granada), por su proyecto Lorca, Flamenco y Rock, representado por Evelio David Damas; y al instituto Las Lagunas de Mijas (Málaga), por su proyecto El flamenco con perspectiva de género, coordinado por Manuel Salazar.

Asimismo, el jurado ha considerado otorgar como premio de honor a José Fernández Torres, Tomatito, por su gran labor pedagógica de transmisión del conocimiento para nuevas generaciones, y puesta en valor del toque flamenco a nivel internacional, de forma tradicional y respetuosa; y a la Peña el Taranto, por su aperturismo a nuevos públicos y su labor pedagógica centrada en la idiosincrasia de un arte identitario mantenido a lo largo de sus 60 años de historia.