Una nueva apuesta por la lírica
El IMAE de Córdoba “arriesga”con dos obras maestras del siglo XX, no solo a nivel musical sino en su puesta en escena e interpretación de los cantantes. El secreto de Susana y La Voz humana, componen la primera de las tres producciones que ofrece el Instituto Mucipal de las Artes Escénicas de Córdoba, y que tuvo lugar la noche del sábado 13 de noviembre.
Jose Luis Castro, director de ambas propuestas, plantea como hilo conductor, o nexo de unión entre ambas obras, las relaciones de parejas heterosexuales. El Secreto de Susana de Wolf-Ferrari, dentro del género de comedia y la tragedia La voz humana de Jean Cocteau que también adaptó el libreto de su propio texto teatral para el compositor Francis Poulenc.
Anoche pude disfrutar de dos piezas muy diferentes y, por lo que pude apreciar, independientes. Unificadas en la puesta en escena por una escenografía base, tarima de madera con varios niveles, diferenciando cada pieza con los cambios de atrezzo y mobiliaro con el que interactuan a los intérpretes. aándo mayor protagonismo a este mobiliario en el caso de La voz humana, apoyando la expresión emocional de la intérprete, mostrando su dolor, cómo se va destruyendo por dentro hasta culminar con el final propuesto por el autor.
La comedia El Secreto de Susana, es una comedia muy fresca, y divertida, que me recuerda a la energía y vivacidad de Mozart. Las dudas, los celos, y el secreto de la protagonista nos atrapa en el juego escénico propuesto. La soprano Karen Gardeazabal tiene una voz que te atrapa. Las dos arias que interpreta me lleva a recordar a las grandes arias de Madame Buterfly, Tosca o la Traviata. La belleza de su voz y la música contrastan con la inocencia del texto, que aunque nos habla de sus deseos y miedos, la causa es el secreto de una adolescente. Un secreto que llevará a convertir a su marido en un Otelo, ante la posibilidad de que su esposa le esté engañando con alguien que fuma.
La segunda propuesta, La Voz Humana, texto más conocido por sus representaciones en el teatro y ultimamente por la propuesta cinematográfica de Pedro Almodóvar junto Tilda Swinton , está escrita también por su autor Jean Cocteau que lo adaptó como libreto para la música del compositor Francis Poulenc.
La interpretación de Nicola Beller Carbone es, a mi parecer, sobresaliente. Su fuerza interpretativa nos sobrecoge no sólo musicalmente, que parece ser su medio natural de expresión, sino como actriz que transita por todas las emociones que este texto propone. Nicola Beller nos regala una interpretación del personaje lleno de fuerza y debilidad, nos muestra la fragilidad de una mujer que se agarra a su deseo.
Con la complejidad de esta propuesta, en la que el personaje está sola en escena accionando y reaccionando con un amante y otras interferencias telefónicas que casi podemos escuchar al otro lado. La actriz, la soprano, la creadora nos muestra ese presente y esa realidad que sucede sobre las tablas, y junto a la música, la expresión y la voz, surge la magia del arte escénico.
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