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CRÓNICA

Esperanza y disidencia de ida y vuelta en un arranque de Cosmopoética con acento caribeño

Inauguración de Cosmopoética 2025 en el Teatro Góngora

Juan Velasco

26 de septiembre de 2025 23:06 h

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El escritor dominicano Junot Díaz se preguntaba este viernes si sería posible hoy un viaje como el que hizo por las islas caribeñas el político, poeta y revolucionario José Martí, buscando plantar la semilla de una revolución. “¿Un cubano blanco? No lo veo”, razonaba, mientras hablaba de los estereotipos comúnmente asociados a lo caribeño: la sexualidad, la vivacidad, la comunidad.

A su lado estaba sentada una mujer negra puertorriqueña que acabaría autorretratándose como sexy, culta y cuatro veces divorciada, y que, en una reflexión posterior, sí apostaría por la posibilidad de crear un frente común: una disidencia iberoamericana capaz de sanar 500 años de dolor y generar un bloque contra la barbarie (y la inteligencia adormecida que la propicia).

Era Mayra Santos-Febres, que vive en Puerto Rico, un “estado libre” pero asociado a una superpotencia. Obviamente, ambos acabarían hablando de Donald Trump y de lo que significa ser un migrante hispano en un país que ha hecho de la violencia, la mentira y el adoctrinamiento su menú diario. Lo curioso es que lo han hecho desde la esperanza, aunque reconocieran que la revolución por la que luchó Martí, efectivamente, hoy es poco probable.

Es el momento de que la comunidad iberoamericana se vuelva a definir desde la mezcla

Mayra Santos-Febres Escritora

Ha sido en la inauguración de la 22 edición de Cosmopoética, un festival que abre una nueva etapa este año y que, para dejar clara su apuesta, ha invitado a dos voces que podrían calificarse de exóticas, pues las letras caribeñas no han estado muy presentes históricamente en esta cita. Quizá por ello, la nueva directora, la poeta, novelista y periodista Azahara Palomeque, abrió la inauguración apelando a “la propiedad de las cosas compartidas”.

Entre ellas, claro, está el lenguaje. Pero no solo. Porque ese lazo invisible que une Andalucía con el Caribe —el Guadalquivir que nace en esta tierra y muere en las costas de América, como recordó Santos-Febres citando a un historiador cordobés— acabó monopolizando una charla más breve de lo deseado, ya que la inauguración se retrasó casi veinte minutos.

Mayra Santos-Febres, en la inauguración de Cosmopoética 2025 en el Teatro Góngora

Más allá de los estereotipos

En el escenario, dos viejos amigos que se conocieron hace décadas en una universidad y que Cosmopoética ha vuelto a reunir por un par de días. Ambos son escritores que narran la realidad de la población hispana en el continente americano. Junot Díaz, ganador del Pulitzer 2008 por La maravillosa vida breve de Óscar Wao, confesó que usa la más vieja de las herramientas para hablar de temas como el genocidio, el racismo, la violencia o la muerte: el amor.

Y recordaba dos historias personales al respecto. La de su abuela, cuando le dijo que no sabía lo que era el amor porque la casaron con su abuelo cuando tenía 13 años. Y la de su madre y sus hermanas enganchadas a las telenovelas, que le enseñaron la verdadera clave para seducir al lector: “Si hay romance la gente aguanta cualquier mierda con tal de ver cómo termina”.

Inauguración de Cosmopoética 2025 en el Teatro Góngora

Mayra Santos-Febres, por su parte, también llenó sus reflexiones de historias personales, tan vivas y descarnadas como su literatura. “Negar el cuerpo es un problema para cualquier escritora, pero yo, además, es que soy negra”, apostilló, antes de defender que, aunque esquivar el estereotipo sobre lo caribeño es imposible, lo cierto es que “la sexualidad es un acto de libertad y también de autoafirmación” y no cree conveniente hacerlo.

Reconozco la atmósfera de censura, pero también la creatividad de los más pobres, que hemos sobrevivido cosas peores que esta mierda

Junot Díaz Escritor

Una atmósfera de censura

El tono se volvió más serio al abordar la situación en Estados Unidos tras el regreso de Trump a la Casa Blanca. Junot Díaz subrayó que muchos compañeros suyos han sido despedidos y que detrás de esas decisiones hay una directriz clara: “Cuando uno quiere desarrollar una sociedad super cruel y que no piense, lo primero es acabar con los artistas. Imponer la precariedad es muy importante para las élites”. Y aventuró que, por mucho temor y presión que ejerzan el Gobierno y los poderes económicos, la batalla no la van a ganar.

“La única cosa que nos ha enseñado la historia es que es imposible acabar con el arte y con los artistas. Reconozco la atmósfera de censura, pero también la creatividad de los más pobres, que hemos sobrevivido cosas peores que esta mierda. Yo estoy optimista”, afirmó, arrancando una ovación del público.

Su colega reconoció que su suerte es vivir en Puerto Rico, donde no la ven. Y defendió que, frente a los poderes que han estado ensayando “este mundo de terror desde la pandemia de la covid”, hay una narrativa alternativa de vida y pensamiento que está siendo impulsada por la gente de a pie, y en la que el arte debe jugar un papel clave. “Yo le tengo fe a eso; a la literatura y al arte, aunque esa otra realidad no esté articulada”, concluyó.

Junot Díaz, en la inauguración de Cosmopoética 2025 en el Teatro Góngora

Un frente iberoamericano

La charla terminó con Santos-Febres reivindicando la mezcla de culturas como la base sobre la que las civilizaciones crecen, frente a una “pureza que lo único que crea es la hemofilia”. “Es el momento de que la comunidad iberoamericana se vuelva a definir desde la mezcla”, sostenía. Junot Díaz le siguió el hilo, cerrando su intervención con un llamado a reaccionar contra “la locura de la búsqueda de las raíces” que, a su juicio, ya afecta tanto a la izquierda como a la derecha. Una búsqueda que, según él, hoy ayuda más “a los fascistas”. Frente a ello, proponía buscar lo espiritual: “El relámpago del amor. Eso es lo que sorprende”.

La noche se cerró, muy adecuadamente, con el espectáculo Unas leonas somos, una invocación literaria y musical de las poetas andalusíes que crearon en la sombra algunos de los versos más bellos de la época más esplendorosa de Andalucía. Un show impulsado por el intelectual Antonio Manuel y con la voz cantada de Andrea Santalusía, que ha recuperado versos de la granadina al-Rakuniya, la sevillana Itimad y las cordobesas Aixa y Wallada.

La directora de Cosmopoética, Azahara Palomeque, en la inauguración de Cosmopoética 2025 en el Teatro Góngora
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