Los pueblos cordobeses del Guadalquivir viven en alerta la crecida de las últimas horas

La crecida del río Guadalquivir mantiene en vilo a varios municipios cordobeses, donde las autoridades y los vecinos observan con preocupación la evolución del caudal. Aunque la situación no ha generado grandes incidentes, las próximas horas serán determinantes para evaluar el riesgo en cada localidad afectada.
El Guadalquivir cruza la provincia de Córdoba este a oeste y, aunque por el momento, la situación más tensa se está viviendo en la capital, hay varias localidades que también están muy pendientes de la evolución del río grande.
Donde ya ha habido que tomar medidas ha sido en Palma del Río, donde el agua ha inundado las huertas bajas. La crecida más preocupante suele registrarse en la ribera del Genil, aunque en esta ocasión no ha alcanzado viviendas.
A pesar de ello, según informan desde el Consistorio, el lunes por la tarde se organizaron tres desalojos: uno voluntario y dos por recomendación, en la zona del Guadalquivir. Dos de estas familias residen en la zona de huertas de El Corvo, mientras que otra pertenece al entorno del Genil. Y una de ellas ha solicitado alojamiento temporal para esta noche.

En esta zona, al suroeste de la capital, hay otras dos localidades en vilo. En Posadas, donde el Guadalquivir alcanza casi los nueve metros, de momento no ha emitido órdenes de desalojo.Según el alcalde, Emilio Martínez, la mayor parte de las incidencias registradas hasta ahora han sido provocadas por arroyos y afluentes, afectando principalmente a las zonas de cultivo en Guadalbaida, Molinillos y Sacristán. “En el Guadalquivir, de momento, no hay incidencias, pero estamos en aviso rojo y, aunque la tendencia es estable, seguimos en alerta”, ha asegurado.
En Almodóvar del Río, algunas fincas junto al cauce han quedado anegadas, pero el agua no ha llegado a zonas residenciales. El alcalde ha recorrido esta mañana el Puente de la Algodonera y ha descrito la crecida como “impresionante”. No obstante, ha recordado que, gracias a un macroproyecto de canalización de los tres arroyos llevado a cabo en 2005, la parte habitada del municipio está protegida. Durante la tarde del lunes, se registraron escorrentías en algunas calles, pero no se reportaron daños graves.
Más al norte, en Villafranca, donde hay varias zonas inundables, la situación se mantiene bajo control. El alcalde, Francisco Palomares, ha confirmado que, hasta el momento, no ha sido necesario evacuar a ningún vecino. “El caudal está bajando un poco más manso, lo cual es una buena señal. Además, el control de cauces que está llevando a cabo la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) es excelente y nos tiene informados en todo momento”, ha explicado.
Aunque no se han registrado desbordamientos, el ayuntamiento permanece en alerta y monitorea de cerca la situación en puntos como El Carpio y Marmolejo, así como el impacto de las lluvias en la sierra, que alimentan los arroyos de la zona. En esta zona se ubica Villa del Río, donde la situación también es motivo de vigilancia. Aunque el Guadalquivir se encuentra en umbral amarillo, el alcalde ha estado reunido toda la mañana para seguir de cerca la crecida y el estado del embalse de Yeguas, que actualmente se encuentra al 87% de su capacidad.
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