Periodo de jornada intensiva más largo y cuadrar el trabajo para esquivar el calor: la travesía del sector de la construcción durante el verano
La zona del Parque de Turruñuelos es, por el momento, una zona completamente enladrillada. Con un sol de justicia que ya incide, y tan solo son las 11:00, parece aquello un completo desierto. La ciudad está creciendo por el oeste, construyéndose todo un complejo de residenciales, tanto de venta libre como de protección oficial. Aunque a este barrio le queda muchísimo por delante, empresas de la construcción se afanan en levantar sus edificios; una maquinaria que calla al completo por la tarde durante el período estival.
El sector de la construcción es uno de los que más sufre las consecuencias de las elevadas temperaturas que se alcanzan en verano en una ciudad como Córdoba. En esta semana, la Campiña ya ha vivido su primera alerta por aviso rojo por calor, momento en el que se activan todas las alarmas porque ya los avisos amarillo y naranja son la tónica diaria de esta ciudad. El cambio climático.
Durante los días de esta semana, todos bajo alertas por calor de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los empleados de la construcción han seguido trabajando pese al Real Decreto aprobado por el Gobierno de España el pasado mes de mayo por el que se adopta una serie de medidas urgentes para quienes realicen trabajos al aire libre. Entre esas medidas, el Gobierno incluyó la prohibición de desarrollar determinadas tareas durante las horas del día en las que concurran fenómenos meteorológicos adversos, en aquellos casos en que no pueda garantizarse de otro modo la debida protección de la persona trabajadora.
Es decir: la prohibición no es expresa, sino que depende de la empresa y de la evolución de los riesgos laborales. De los testimonios recabados por Cordópolis, ninguna empresa de la construcción canceló sus trabajos durante los días de alerta por calor de esta semana, fecha en la que ha comenzado la jornada intensiva en la construcción. Hasta el pasado año, esta medida se extendió hasta el 2 de septiembre. Sin embargo, la movilización de los sindicatos llevó a que, para este año, se ampliara hasta el 8 de septiembre. Esta jornada implica que los trabajadores deben estar siete horas trabajando de forma continua.
Bajo esta premisa, los empleados de la construcción arranca su jornada laboral a las 7:00 o a las 8:00, según la empresa. En la Avenida de los Donantes trabaja a destajo casi una quincena de albañiles en la residencia de mayores impulsada por Thor Spain. Ataviados en su mayoría por un chaleco reflectante, algunos han optado directamente por trabajar sin camiseta y, entre ladrillo y ladrillo, un sorbo bien largo de agua. Algunos optan por bidones porque saben que una botella no es suficiente para sobrellevar el calor que supone trabajar a varios metros de altura y siete horas seguidas bajo el sol.
Abajo, moviéndose conforme lo hace la sombra, aguarda Rafael Ruiz, transportista de una hormigonera. A diferencia de los albañiles a los que les surte de cemento, afirma que su jornada sigue siendo de nueve horas diarias, pero “con aire acondicionado en el interior, el calor se lleva mejor”.
En Córdoba, el sector de la construcción da trabajo a unas 20.000 personas en casi 2.000 pymes y grandes compañías. Desde el inicio de la presente campaña de la jornada intensiva, CCOO anunció que va a vigilar “todas y cada una de las obras” para cercionarse de que las empresas cumplen lo estipulado en el convenio colectivo.
Según datos facilitados desde CCOO del Hábitat de Córdoba, este sindicato denunció en 2022 a tres empresas, “la cifra más baja de los últimos años”, ya que en 2021 se cursaron 15 denuncias y, en 2020, un total de 34. Pese a ello, desde la organización denuncian que aún están a la espera de las resoluciones de la Inspección de Trabajo de las demandas formuladas en 2021 y 2022, por lo que piden agilidad. En vista a estos expedientes, estas fuentes señalan que las empresas pequeñas son “más cumplidoras, quizás por el miedo a la cuantía de las sanciones”.
Los trabajos en exteriores, a primera hora del día
La constructora Probecam también se encuentra trabajando en estos momentos en esta zona de Córdoba. Sus 45 empleados son los encargados de construir dos edificios residenciales de la promotora Desur. Todos empiezan a trabajar a las 7:00 y a las 14:00 están fuera de la obra. Y lo hacen una semana antes que la estipulada en el convenio. Además, para sobrellevar el calor han recibido la instrucción de que, a las 12:00, todos deben estar dentro de las edificaciones y realizar trabajos de interiores, según explica a este periódico el jefe de obra, Enrique Carreras.
¿Qué supone esta decisión? “Reestructurar todo el trabajo e intentar cuadrarlo para que, a esa hora, nadie esté fuera. Dentro también hace calor, pero mucho menos”, señala este trabajador, que lleva en la construcción desde 1996. En estos casi 30 años, Carreras ha visto de todo y afirma que “antiguamente no se miraba por el trabajador pero, menos mal, que las cosas han ido cambiando. Con calor y malestar no sólo puedes provocar que a alguno de tus trabajadores le dé algo, sino que no rinde y no produce”.
¿Cuándo se instauró esta jornada intensiva?
La jornada intensiva en el sector de la construcción en Andalucía durante el periodo estival llegó en 2008 tras un consenso entre las centrales sindicales más representativas CCOO del Hábitat de Andalucía y UGT junto con la patronal FADECO.
Esta medida pionera se llevó a cabo debido a las altas temperaturas que se alcanzaban en toda la comunidad durante el periodo estival, las cuales podían llegar a poner en peligro la seguridad y salud de los trabajadores que integraban el sector de la construcción. Además, se incluyó en el calendario laboral anual de la construcción debiéndose negociar anualmente entre los sindicatos mayoritarios CCOO del Hábitat de Andalucía, UGT y patronal en cada provincia.
Cabe señalar que en mayo de 2022, sindicatos como CCOO reclamaron que se revisasen los criterios de la jornada intensiva y que se pudiera adelantar. Nada se consiguió. Este pasado mes de mayo, esta organización realizó la misma petición tanto a la patronal como las administraciones públicos. Obtuvo el mismo éxito.
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