La falta de agua provoca que las algas inunden tramos del Guadalquivir
El actual periodo seco en el que se encuentra Córdoba ha provocado que el Guadalquivir baje con un insuficiente caudal de agua y que, con ello, las algas hayan inundado algún tramo del río. El último episodio ha ocurrido en estos días, cuando el pasado domingo se daba la voz de alarma ante el color que tomaba el Guadalquivir a su paso por Pedro Abad y viendo la posibilidad de que se tratara de un vertido al río. Pero los análisis de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) han determinado que se trata de la proliferación masiva de algas.
Así lo han confirmado fuentes de la CHG a Cordópolis, que explican que recibieron el aviso el 3 de octubre y que, tras ello, técnicos del Área de Calidad de las Aguas de la Confederación se han personado en el tramo afectado en Pedro Abad para tomar muestras del agua. “Se trata de algas”, han indicado, a falta de unos últimos análisis pendientes para conocer con más exactitud el tipo de alga que ha inundado el río a su paso por la localidad perabeña.
No es la primera vez. La falta de agua y el calor provocaron la aparición de grandes cúmulos de algas en el Guadalquivir a su paso por Córdoba capital al inicio del verano.
“La falta de agua, el insuficiente caudal circulante” en el río es la raíz de la proliferación de las algas, que inundan tramos del Guadalquivir gracias también a las altas temperaturas. “Son episodios que van a ser habituales”, indican desde la CHG dada la situación climática.
De momento, los técnicos de la Confederación vigilan la evolución de la proliferación de las algas en el río. Lo normal, aseguran, es que con la llegada de la lluvia y el frío, desaparezcan, pero en un otoño como el actual, donde de momento la lluvia escasea y en noviembre está previsto que se haga efectiva la declaración formal de sequía, toca esperar la evolución de la maraña de algas en el Guadalquivir.
“De momento, el episodio está controlado y la tendencia será a desaparecer”, insisten desde el organismo de la cuenca. Los técnicos de la CHG tienen un calendario de visitas para vigilar la evolución de las algas.
Falta de lluvias y decreto de sequía
La falta de lluvias ha provocado que la situación en los embalses sea dramática. En la provincia de Córdoba, los pantanos están al 21% de su capacidad, la situación más baja de la última década y muy similar a la de la última sequía, la del año 2009. Las lluvias de hace unas semanas apenas se han notado en los embalses. Los acuíferos estaban casi agotados tras un duro verano y casi todo lo que llovió se ha ido al subsuelo. Sin arroyos ni escorrentías el agua que llega a los embalses es muy escasa.
El decreto de sequía previsto para noviembre permitirá activar varias medidas para aliviar la situación de los agricultores, que se enfrentan a duras pérdidas económicas. Además, se reservarán en toda la cuenca 500 hectómetros cúbicos. Con ese agua se podrá dar de beber a las ciudades y pueblos de toda la cuenca del Guadalquivir sin necesidad de activar restricciones.
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