El estudio pionero para la detección del cáncer de mama post parto se expande desde Córdoba a toda España
Unas de esas iniciativas que buscan mejorar no solo la sociedad cordobesa, sino que extrapolar esos avances a toda España o, incluso, que sea algo pionero dentro del panorama mundial. El Proyecto HERA sigue quemando etapas para tratar de culminar una idea que puede detectar de manera precoz el cáncer de mama postparto. Para quienes no conocen esta iniciativa, es una investigación que busca identificar biomarcadores en la leche materna para prevenir y detectar anticipadamente esta enfermedad asociada a la maternidad. De hecho, los estudios indican que se puede reproducir diez años después del parto.
Es por ello que en la matinal de este miércoles se ha cerrado la primera fase y ahora se han conocido los detalles de la segunda, donde su extensión, anteriormente, se reducía a Córdoba y al resto de provincias andaluzas, pero, esta vez, se expandirá al resto de España. Una convocatoria que ha contado con el doctor Juan de la Haba; el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el gerente del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic); y el cofundador de Cobiomic Bioscence, Julio Manuel Martínez.
El Proyecto HERA pone el foco, como ya se ha mencionado anteriormente, en el cáncer de mama postparto, un tipo de tumor que es especialmente agresivo y tiene peor pronóstico. Este cáncer, que se asocia temporalmente al hecho de haber sido madre representa la mitad de los tumores malignos de mama en mujeres menores de 45 años. Además, es un cáncer que cuesta más trabajo diagnosticar debido a que las mamas son más densas, con una mayor tendencia a desarrollar metástasis, y, asimismo, también ha aumentado con respecto a otras épocas por la tendencia ahora de ser madres con mayor edad.
En qué consiste esta segunda fase
Para resumir en cierta instancia, el proyecto consiste en la búsqueda de biomarcadores o indicadores en la leche materna que puedan predecir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Es decir, no se detecta si la paciente lo tiene, sino que si es propensa a desarrollarlo. La primera fase del proyecto, que nació en Córdoba en 2023, ya ha concluido con éxito, logrando obtener la leche materna de 3.600 mujeres, resultando en 7.200 muestras -diferencian entre mama izquierda y la derecha- conservadas a -80º en un biobanco.
La segunda fase busca acelerar los tiempos de investigación, por lo que la apuesta es adelantarse a la obtención de los biomarcadores. Si el equipo esperara los cuatro años necesarios para que las mujeres de la primera fase desarrollen el cáncer, se demoraría el resultado. Por ello, se pretende obtener 15.000 muestras más en todo el país en el menor tiempo posible. Además, este número no es aleatorio, sino que, según la proporción, de este montante saldrán aproximadamente 40 mujeres que desarrollen este tumor. Una vez que sean diagnosticados, se irán a las muestras que donaron, y se les aplicarán los biomarcadores obtenidos en la primera fase para validar si la prueba habría detectado la posibilidad enfermedad de forma precoz.
La metodología y la subvención por parte del Ayuntamiento de Córdoba
Otra de las novedades en esta segunda fase es la recolección de las 15.000 muestras de diferentes mujeres. Esta vez no se realizará en centros hospitalarios, sino que cada persona interesada podrá obtener un kit en su propio domicilio en el que se le entregará todo el material necesario, así como un vídeo de instrucciones. Se utilizará un formato similar a una tira de papel como la que se usa en la prueba del talón, por ejemplo.
Por otro lado, José María Bellido destacó que la iniciativa es “especialmente significativa” y representa un proyecto de innovación y humanización sanitaria que “nace para salvar vidas”. Para impulsar esta ambiciosa expansión y la obtención masiva de muestras, el Ayuntamiento de Córdoba aprobará un convenio con la Fundación para la Investigación Biomédica de Córdoba. Este acuerdo destinará 150.000 euros en 2025, y se ampliará con otros 80.000 euros en 2026, sumando un total de 230.000 euros. Este apoyo es clave, ya que la recogida de muestras para proyectos de investigación habitualmente no se financia, por lo que el soporte económico es fundamental.
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