La empresa que lleva MRW en Córdoba entra en concurso de acreedores y deja más de 30 empleos en el aire

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Córdoba ha declarado en concurso voluntario de acreedores a la empresa Mensajería del Guadalquivir SLU, concesionaria de la franquicia MRW en Córdoba, según consta en el auto judicial dictado el pasado 17 de julio de 2025 (procedimiento concursal número 503/2025).

El edicto, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 10 de septiembre, establece la apertura del procedimiento y llama a los acreedores que representen al menos el 5% del pasivo a solicitar el nombramiento de un administrador concursal en el plazo de quince días. La resolución judicial supone un golpe definitivo para la plantilla de la empresa, compuesta por 33 trabajadores, cuyo futuro laboral queda en una situación de total incertidumbre.

MRW Córdoba cuenta con más de 30 años de trayectoria en la ciudad, aunque los actuales franquiciados —Mensajería del Guadalquivir SL— asumieron la gestión en 2013. En abril de 2024, la licencia fue transferida a un empresario que controla más de seis sociedades, de las cuales tres también trabajan para la marca MRW en localidades como Morón de la Frontera, Sevilla y Utrera, según fuentes de la plantilla.

En ese momento, se mantuvo el mismo CIF y se respetó la antigüedad de la plantilla, lo que parecía garantizar estabilidad. Sin embargo, apenas un año después, la situación ha derivado en un procedimiento concursal que amenaza con dejar sin trabajo a una treintena de familias. Los trabajadores, además, aseguran que, desde junio de este año, el clima laboral se ha vuelto “insostenible”.

Siempre según su testimonio, la dirección emprendió entonces una presunta campaña para destituir a la representante sindical de UGT, algo que no prosperó. Apenas un mes más tarde se presentó el concurso de acreedores, aunque los trabajadores aseguran que no se les informó oficialmente hasta semanas después. En septiembre, la empresa volvió a promover una campaña para revocar a la representante, llegando a colocar carteles en las instalaciones convocando a una asamblea.

Según denuncian empleados, quienes se negaban a firmar contra la representante sufrían represalias, como cambios de funciones arbitrarios, retrasos en el cobro de nóminas y falta de comunicación sobre la situación real de la empresa. Un trabajador, que prefiere mantener el anonimato por temor a represalias, ha declarado que una buena parte de la plantilla se siente “totalmente abandonados”. “No solo por la empresa, que juega con nuestro futuro, sino también por la forma en que se ha gestionado todo este proceso. Ahora nos enteramos de que estamos en concurso de acreedores y nadie nos da explicaciones claras. Son 33 familias las que dependemos de este trabajo y estamos completamente en el aire”, se queja.

Próximos pasos judiciales

El procedimiento concursal seguirá ahora los cauces legales previstos. El edicto del Juzgado de lo Mercantil establece la posibilidad de que los acreedores propongan la designación de un administrador concursal, quien deberá elaborar un informe razonado sobre la situación financiera de la empresa.

Mientras tanto, la incertidumbre crece en la plantilla, que afronta la posibilidad de perder su empleo tras décadas de servicio a la marca MRW. La situación pone en evidencia la fragilidad de muchas concesionarias del sector de la mensajería en España, golpeadas por el incremento de costes operativos y la elevada competencia del mercado.

En Córdoba, los trabajadores de MRW esperan que el proceso judicial pueda aportar una salida que garantice, al menos, una solución justa ante el posible cierre de una franquicia que ha formado parte del tejido empresarial de la ciudad durante más de tres décadas.