La Diócesis de Córdoba forma a curas y profesores en la protección de los menores en el entorno de la Iglesia

La protección de los menores en la Iglesia. Este es el título del curso que la Diócesis de Córdoba pondrá en marcha a partir del 10 de octubre con el objetivo de generar espacios seguros para los menores dentro de la Iglesia; un curso íntimamente relacionado con la gestión y el abordaje de los casos de abusos sexuales que se producen en el seno de las instituciones eclesiásticas.

Para ello, el curso formará a quienes directamente tratan con menores, como son los educadores, agentes de pastoral, sacerdotes, miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica, así como otras asociaciones presentes en la Diócesis que están en contacto con niños.

En 2019, y bajo las indicaciones del Papa Francisco, la Diócesis de Córdoba aprobó en mayo de ese año un protocolo diocesano de prevención y actuación frente a abusos sexuales a menores y personas vulnerables y el código de buenas prácticas para ambientes seguros en la Iglesia. A la vez, creó una Oficina Diocesana para la Protección del Menor con el objetivo de informar y orientar sobre la puesta en marcha y cumplimiento del protocolo de la Diócesis.

También desde ese año, la Diócesis ha ha venido realizando convenios de colaboración con el Centro de Protección del Menor de la Pontificia Universidad Gregoriana para realizar el programa de formación en protección y prevención del abuso sexual a menores. Desde 2022, la Diócesis decidió hacer el suyo propio, que tendrá una segunda edición a partir del mes de octubre y hasta el 12 de marzo; 20 sesiones de una hora y media cada una.

El curso cuesta 60 euros y se presenta en doble modalidad: presencial (en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Beata Victoria Díez) y on line (como posibilidad para los residentes fuera de la ciudad).

Desde los abusos sexuales hasta “los errores del pasado y las lecciones para el presente”

El curso está dividido en tres módulos: teológico, jurídico y psicológico. En la primera parte se abordará el abuso sexual en la Iglesia y cómo esta institución lo ha abordado, haciendo especial mención “a los errores del pasado y las lecciones para el presente”.

Durante la formación se tratará también el protocolo de la Diócesis y su código de buenas prácticas, así como “elementos y situaciones de riesgo” y cuáles pueden ser los indicios que deben alertar de un posible abuso sexual.

En el último módulo, centrado en el aspecto psicológico, aglutinará cuestiones como la dignidad del menor en el mundo digital, el desarrollo de habilidades para conversar con el menor y cómo responde la pastoral a las víctimas secundarias, esto es, las familias y comunidades parroquiales.