Cuatro pulmones, dos trasplantes y una segunda oportunidad para agarrarse a la vida
A Antonio Jesús, la vida no le ha dado una nueva oportunidad, sino dos. A sus 44 años, ha sido trasplantado en dos ocasiones de ambos pulmones. Ambas intervenciones se han realizado en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. La primera, en 2021 cuando sus propios pulmones ya no servían. Luego, complicaciones en las vías aéreas determinaron que, de nuevo, la única solución era otro doble trasplante. Y, tras la espera, llegó una nueva oportunidad para agarrarse a la vida. El 22 de julio de este año volvía a tener unos pulmones nuevos, gracias a la donación de órganos.
Ahora, más de dos meses después, ha podido salir por primera vez de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El equipo médico que le atiende vio que se daban las condiciones oportunas y Antonio Jesús pudo estar al aire ibre en un paseo en el exterior del hospital, para ver de nuevo la luz que le espera cuando complete su recuperación.
Porque eso, su recuperación, es el único objetivo ahora, a nivel médico y a nivel humano, y ese paseo al aire libre forma parte de su programa para ir dando pasos adelante, después de una situación muy grave. “Los primeros días tras el trasplante fueron muy complicados”, recuerda para Cordópolis el doctor Juan Carlos Robles, jefe de UCI y uno de los coordinadores de trasplantes del Hospital Reina Sofía. “Necesitó una máquina para ayudar a su corazón y a sus pulmones durante los siete primeros días”.
Poco a poco, lentamente, Antonio Jesús ha ido evolucionando favorablemente, aunque sigue en la UCI y eso hace ser prudentes a los médicos. “No podemos lanzar las campanas al vuelo”. Pero en su proceso de recuperación, sigue su rehabilitación y tratamiento “para intentar mejorar y que pueda pasar pronto a planta”.
En ese proceso, sin moverse de su lado, ha estado su mujer, María José. Ambos son de Adra (Almería), y ella ha permanecido desde su ingreso para el trasplante en la sala para familiares de pacientes de la UCI. Y, cuando ha sido posible, ha podido estar con Antonio Jesús en la habitación.
Recuperación desde el punto de vista médico y humano
“Un médico, además de curar, tiene que intentar ayudar a la familia”, dice el doctor Robles sobre cómo se permite que María José esté junto a su marido “el máximo tiempo posible como parte del tratamiento y de su recuperación”. En la UCI, donde las visitas están muy limitadas, hay casos como este, de tanta duración, donde “dejamos que estén más tiempo. Porque el objetivo fundamental es recuperar a su esposo también desde el punto de vista familiar y humano”.
“De broma, nos dicen que ya somos hijos adoptivos del hospital”, dice gráficamente María José. Ella sabe bien cómo de largo es el camino que está recorriendo su marido. “Estar en la UCI es muy duro, él casi le teme más a eso que a la operación”, cuenta sobre el aislamiento en el que debe estar.
Aún así, va contando los pasos que ya ha dado Antonio Jesús en su recuperación. “Se quedó muy delgadito, pero ya se pone de pie, hace ejercicios de fisioterapia, yo le ayudo. Ya puede comer”. Día a día, avanzan en su recuperación, “también anímicamente, cuando puedo estar con él”.
Cuando está fuera de la habitación, el resto de las 24 horas de cada día, confía en esa recuperación. Y da las gracias a quienes han hecho posible esta doble oportunidad para su marido. Al equipo médico y el resto de profesionales necesarios para que el engranaje hospitalario funcione, y sobre todo a quienes donaron sus pulmones para que Antonio Jesús siga anclado a la vida.
“Donar órganos es donar vida”, reza el lema que el Hospital Reina Sofía y sus responsables repiten siempre. Y con el ejemplo de este paciente, se vuelve a ver claramente que es así. “No sería posible si no tuviéramos una sociedad generosa, líder en trasplantes”, recuerda el doctor Robles, con la amplia perspectiva de su experiencia profesional en este ámbito. Y, el mejor ejemplo de ello, es la doble oportunidad que esa generosidad le ha dado a Antonio Jesús.
3