Aparece una pancarta lamentando la escasa pena de prisión para el presunto autor del crimen del botellón

En los muros del campo de fútbol de la calle Marbella, varios vecinos del Sector Sur han instalado una pancarta en la que muestran su indignación por lo que consideran escasa pena de prisión para el presunto autor del crimen del botellón.
La Fiscalía de Menores ha pedido ocho años de internamiento en régimen cerrado para el joven acusado de apuñalar mortalmente a Alejandro Ortega el pasado 1 de febrero en el recinto de El Arenal. Además, solicita cinco años de libertad vigilada. Aunque el menor sufre un trastorno de la conducta, la Fiscalía mantiene que no influye en su capacidad de conocimiento sobre su forma de comportarse ni en su capacidad de actuar conforme a dicha comprensión.
La pancarta reclama “justicia” para Álex, el joven fallecido con tan solo 17 años. Su presunto asesino también es menor de edad, por lo que penalmente no se puede enfrentar a una petición de cárcel mayor. Los vecinos de la zona muestran su indignación por que un caso como este se pueda saldar con tan solo ocho años de internamiento.

Según el relato de la Fiscalía, ha quedado indiciariamente acreditado que la noche del 1 de febrero, el menor se encontraba dando vueltas por El Arenal portando consigo una navaja de grandes dimensiones que guardaba entre sus ropas. En un momento dado, charló con el segundo menor que en un principio se le relacionó con el crimen y con un grupo de jóvenes. Sobre las 22:00, este segundo menor se acercó a otros jóvenes entre los que se encontraba la víctima. Ambos se conocían por haber jugado previamente al fútbol. Esa noche, Alejandro -que en el momento de los hechos tenía 16 años -había quedado con varios amigos suyos para pasar un rato en El Arenal acompañado del uso de bebidas alcohólicos. Cuando el segundo menor se acercó al grupo de Alejandro, el presunto autor del crimen fue detrás de él, en silencio. Nada más llegar, la víctima y el segundo menor se saludaron amistosamente y, tras esto, Alejandro le sirvió un cubalibre.
Al ver esto, el menor procesado le pidió a la víctima que le echara uno a él, pero la víctima se negó porque no le conocía de nada. No obstante, el joven insistió, respondiéndole que la botella era suya, tras lo cual siguió hablando con sus amigos y dejó la bebida en un banco. En ese momento, según la Fiscalía, Alejandro no atendió el intento de mediación que hizo el otro menor.

Entonces, aprovechando un descuido de la víctima, el menor procesado en esta causa le quitó la botella y se fue con ella. Alejandro fue tras él y le pidió, “de forma correcta y sin mostrar enfado” que se la devolviera, pero el menor hizo caso omiso. Hasta en dos ocasiones, y de “manera tranquila para evitar el conflicto”, la víctima le pidió que le devolviera la botella.
Sin embargo, en último instante, el menor procesado se giró, de frente a la víctima, le dijo que qué le pasa “al tonto este”. Seguidamente, sacó una navaja de 14 centímetros de largo y tres de ancho, y, “movido del ánimo de ocasionarle la muerte”, le asestó una puñalada en la región derecha del abdomen, afectando al hígado, al pedículo hepático y a la vena cava. Tras esto, echó a correr, huyendo por el puente de El Arenal al tiempo que guardaba la navaja, que no ha sido localizada. Alejandro murió por un shock hemorrágico sobre las 00:15.
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