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Ana: meses sin saber que su mamografía tenía indicios del cáncer ahora confirmado en ambos pechos

Ana, paciente con retraso en el diagnótico de cáncer de pecho

Carmen Reina

2 de octubre de 2025 20:22 h

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Ana (nombre ficticio porque prefiere guardar el anonimato) es una cordobesa que tiene 49 años y cáncer de mama en ambos pechos. Pero la confirmación de ese diagnóstico le ha llegado tres meses y medio después de hacerse una mamografía que, según ha sabido ahora, ya tenía indicios de que podía tener un tumor maligno. Ella se ha visto reflejada en los casos que acaban de conocerse de mujeres que han sufrido retrasos en el diagnóstico y tratamiento de su cáncer de mama en Andalucía, donde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) admite “errores” y cifra en unas 2.000 mujeres las que ahora tienen resultados dudosos en sus pruebas sin saberlo y pendientes de revisión.

El caso de Ana comenzó cuando, por su edad, fue llamada a hacerse una mamografía dentro del programa de cribado para la detección precoz del cáncer de mama. La prueba se la hicieron el 14 de mayo de 2025 en el Centro de Especialidades Carlos Castilla del Pino, del servicio público de salud andaluz. Y en ese momento, tras hacerle la mamografía, le explicaron que “si salía algo malo, me avisaban pronto, en unos 15 días, y si no pasaba nada, podían tardar más”, relata sobre su experiencia a Cordópolis.

Pasaron esos quince días y no tuvo noticias. Acabó el mes de mayo, pasó junio, también julio y llegó el mes de agosto. “El 7 de agosto me llamaron por teléfono, diciendo que me tenían que hacer unas pruebas complementarias”. Ana cuenta que no le explicaron mucho más, más allá de decirle que eran necesarias y que “había algo que mirar”.

La cita para esas nuevas pruebas la tuvo el 20 de agosto. Pero, antes y ya en alerta ella y su marido, buscaron en el historial médico que cada paciente del SAS tiene en ClicSalud y donde se vuelcan las distintas pruebas e informes del paciente, que pueden ser consultadas. Al ver las mamografías y el informe sobre ellas, comprobaron que “ahí ya aparecía un resultado de posibilidad de tumor maligno”, cuenta Ana. “En las pruebas se veía perfectamente, en unos cuadraditos remarcados”. “Salía que había una posibilidad elevada del 77% de que fuera cáncer”, dice sin entender cómo eso no produjo una alerta en el sistema en ese momento.

Y, pese a que la mamografía se había hecho el 14 de mayo, “el informe que las acompañaba tenía fecha del 6 de agosto, como si no la hubieran visto hasta ese día. Fue el día anterior a que me llamaran para avisarme de que tenía que hacerme las pruebas complementarias”.

Nuevas pruebas y confirmación del cáncer

Efectivamente, esas nuevas pruebas se las realizaron el 20 de agosto, ya en el Hospital Provincial de Córdoba. Una nueva mamografía de contraste y, al momento, una ecografía complementaria. “Vieron que tenía una masa o nódulo en ambos pechos”. Al día siguiente, 21 de agosto, le practicaron una resonancia y, también ese día, “directamente me hicieron una biopsia en uno de los pechos con una aguja”. Ana relata que pudo escuchar cómo los sanitarios decían que se habían quedado sin más agujas y, de hecho, la citaron para hacerle la biopsia en el otro pecho días después, el 25 de agosto.

Ana, paciente con retraso en el diagnóstico de cáncer de pecho.

En esos días, entre las distintas pruebas, Ana recuerda que les preguntó a los profesionales que la atendieron cómo era posible que con la mamografía hecha desde el 14 de mayo no hubieran visto resultados de sospecha hasta casi tres meses después. “Y me dijeron que había más mujeres en esa situación”.

La confirmación del diagnóstico de Ana le llegó el 28 de agosto. “Me llamaron para que fuera al Hospital Provincial. Y allí me dijeron que, aunque quedaban muchos datos por analizar, no quedaba duda de que se trataba de un tumor maligno. En ambos pechos”.

“De una mamografía a otra, se ve cómo ha crecido”

“Me han dicho que son pequeños, que no corre riesgo mi vida, pero hay uno de los tumores, el del pecho izquierdo, que se está extendiendo. De hecho, de la mamografía de mayo a la mamografía de agosto había crecido”, dice sobre las explicaciones que le han dado.

Con el cáncer ya confirmado en ambas mamas, la carrera de obstáculos para esta mujer sigue. El 5 de septiembre la llamaron del Hospital Provincial para comunicarle que deben operarla primero y que, después de un mes o mes y medio, los profesionales verán el tratamiento: radiología seguro y quimioterapia ya se verá“.

Este jueves 2 de octubre Ana acaba de pasar las pruebas del preoperatorio. ¿Y cuándo la operan? “Ni idea, que ya me llamarán y que lo normal siendo cáncer maligno pueden ser dos meses. Pero no sé cuándo me van a operar”.

Mientras rememora todo el periplo que lleva, Ana no puede dejar de recordar que su abuela murió de cáncer de mama. Y lo que le ha pasado a ella ahora con el retraso en su diagnóstico la empuja a contar su testimonio, “para que esto no vuelva a pasar, para que pongan los medios suficientes”, reclama.

Ana deja claro que está agradecida por el trato de los profesionales que la han atendido, dirige su mirada a los fallos del sistema y la probable falta de personal y medios que puede haber llevado a esta situación. Una situación que se prolonga sin fecha aún para la operación, mientras sufre una angustiosa espera: “Tengo ansiedad, prácticamente estoy sin dormir, muy nerviosa e intentando no caer en una depresión”, relata. “Cuanto más tarde esto, mucho más agresiva será la cirugía, mucho más dura será la recuperación”.

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