La Roma Imperial cordobesa se vuelve a colar en el vestíbulo del Ayuntamiento

La Roma Imperial cordobesa se ha vuelto a colar en el vestíbulo del Ayuntamiento. Las obras en el Templo Romano de la calle Claudio Marcelo están obligando a los arqueólogos a mover determinadas piezas que se habían dejado en el solar. Algunas de esas grandes piezas están ahora en el vestíbulo del Ayuntamiento, junto a la muralla romana, quizás la edificación más antigua de la ciudad que aún se conserva en pie.

La ubicación de estas piezas en el vestíbulo municipal no es definitiva. Pero puede serlo. En la zona donde hasta ahora se localizaba la Oficina de Atención Ciudadana (trasladada al edificio de Gran Capitán) se instalará el futuro centro de interpretación del Templo Romano, que pretende serlo también de la antigua ciudad de Corduba, primero republicana y después Colonia Patricia.

De momento, los arqueólogos han ubicado capiteles y partes del friso originales. Los capiteles del propio templo no son originales salvo dos. El resto, junto a la mayor parte de las columnas, son reconstrucciones posteriores, finalizadas en los años ochenta tras el descubrimiento de este inmenso yacimiento en los bajos de las casas consistoriales.

Se construirán una serie de pasarelas peatonales para poder contemplar el templo a tres alturas: los cimientos, la antigua plaza y la base del propio monumento. El plazo de obra es de cuatro meses, por lo que se prevé que en otoño los turistas puedan caminar por el Templo Romano de la calle Claudio Marcelo. De momento, la Delegación de Turismo aún no tiene decidido cómo regulará las visitas, si serán libres o de pago.

Cuando el Templo Romano de Corduba se construyó se configuró como un balcón con unas vistas privilegiadas hacia el Este de la ciudad. Probablemente, bajo sus columnas, los cordobeses romanos veían la arena del circo que se extendía sobre gran parte de lo que hoy es la plaza de la Corredera, y también la entrada a la ciudad por la vía Augusta, en la actual calle San Pablo. Ahora, los cordobeses del siglo XXI están a punto de disfrutar de unas vistas parecidas, aunque algo diferentes, una vez listas estas obras.