El presidente de la CHG advierte de “una pérdida del 40% de desembalse” si se atiende a los ajeros
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha manifestado este miércoles ante la petición de los ajeros cordobeses de adelantar el desembalse de agua que “ahora mismo se desaconseja”, porque “con los cauces como están se perdería el 40% de lo que se desembalsara y se perjudicaría a 345.000 hectáreas, no sólo de ajos, sino de todos los cultivos de primavera, verano e invierno, que quedarían por regar”.
Así lo ha subrayado el presidente del organismo de cuenca en declaraciones a los periodistas, junto a la subdelagada del Gobierno en la provincia, Rafaela Valenzuela, y la alcaldesa de Montoro, Dolores Amo, al presentar las obras de emergencia que se llevan a cabo para bombear agua del río Guadalquivir al embalse de Martín Gonzalo.
En este sentido, ha defendido que en las comisiones de desembalse “se informa de los recursos y de las previsiones de lo que podría pasar”, mientras que “cada agricultor y comunidad de regantes hace su planificación”, ha señalado, para agregar que “hay cultivos de invierno que se nutren con el agua que cae”, pero ha sido “uno de los peores inviernos desde los años 90 y son las comunidades de regantes las que deciden”.
Al respecto, Paéz ha remarcado que desde la CHG “se intenta beneficiar a la generalidad”, precisando que “Andalucía no mantiene la distribución temporal y espacial del agua lo suficientemente como para estar seguro de que va a haber agua durante todo el año”, de ahí que “se ajusten los desembalses a cuando más se necesita el agua, que es en primavera y verano”, ha aclarado.
Además, el presidente de la CHG ha apuntado que “hay ahora otras dos condicionantes, como son el incremento del arbolado en toda la cuenca y que es un año malo que viene de otro prácticamente igual de malo, en el cual los cauces están con muy poca agua”.
Por tanto, ha subrayado que “cualquier desembalse que se produzca ahora tiene pérdidas estimadas de un 40%”, a lo que ha agregado que “el año pasado se desembalsaron 925 hectómetros cúbicos y este año se ha pensado que con los números que hay ahora son 375 hectómetros, casi un 60% menos”.
Ante ello, ha manifestado que “no se puede permitir tener un 40% de pérdidas ahora para desembalsar”, porque “cuando realmente la generalidad de esas 345.000 hectáreas necesitan del agua, ¿qué se hace?”, ha cuestionado, abundando en que desde la CHG se hacen previsiones y “se les hace partícipes a los agricultores de esas previsiones del agua”.
Y ha defendido que “hay que ser lo más riguroso posibles en la gestión”, de manera que desde la CHG “se gestiona el agua de la mejor manera posible, con los mejores técnicos que hay en la Confederación”, ha aseverado, puntualizando que “cuando hay poco, hay que elegir, y se ha elegido lo ya establecido”.
Las campañas
Mientras, Paéz ha indicado que “las campañas de regadío y desembalses aproximadamente son desde últimos de abril-primeros de mayo hasta septiembre-finales de octubre”, algo que “no es de este año, no es para perjudicar a nadie, sino que está así desde hace mucho tiempo”, ha precisado.
En este caso, ha comentado que “surgen necesidades, porque al mismo tiempo que tenemos que elegir, los regantes tienen que elegir, y lo mismo que hay ajos en Montalbán y en la zona de Córdoba, hay tomate en Lebrija, arroz en Isla Mayor y olivar en Martos”.
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