La Diputación y FSU promoverán la seguridad alimentaria en los barrios marginales de Cusco
La junta de gobierno de la Diputación de Córdoba ha resuelto la concesión de una subvención de 41.300 euros al proyecto de cooperación internacional al desarrollo presentado por la Fundación Social Universal (FSU), de Montilla (Córdoba), para promover la seguridad alimentaria en la población más vulnerable afectada por la pandemia de las zonas periféricas de cuatro distritos del Cusco, en Perú.
Según indica la FSU en una nota, el proyecto, con un presupuesto total de 48.715 euros, beneficiará directamente a 1.769 personas (1.042 mujeres y 727 hombres) pertenecientes a organizaciones vecinales y funcionales de los barrios más pobres de los municipios más populosos de la provincia del Cusco.
Cabe recordar que la actual problemática de pandemia por Covid-19 está afectando de manera significativa a la población pobre que habita, en condiciones de absoluta precariedad física y social, las zonas periféricas y marginales de Cusco, familias que migraron del campo a las ciudades en busca de empleo, educación y salud, con la idea de acceder a una mejor calidad de vida.
Sin servicios de transporte, sin centros de salud, carentes de agua y saneamiento básico, hacinados en viviendas precarias y autoconstruidas en zonas de alta pendiente no aptas para la ocupación por su alto peligro, ponen en riesgo, cada día, la seguridad de sus familias. Como agravante en estos dos últimos años, “la actual pandemia que está golpeando fuertemente a esta población con un desempleo masivo, una reclusión forzosa y prolongada sin medios materiales para sobrevivir y una ausencia generalizada por parte del Estado”.
En este contexto de crisis, el proyecto, que se ejecutará en Perú por el Centro Guaman Poma de Ayala identifica la atención de la alimentación como una necesidad prioritaria que, más allá de una acción de asistencia, se centra en un trabajo sostenido de corto y mediano plazo con el objetivo de promover el acceso a la seguridad alimentaria de la población de los barrios periféricos del Cusco a través de la implementación de cuatro componentes coincidentes con el enfoque de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, uso, estabilidad e institucionalidad.
Un primer componente se enfocará a la producción de alimentos para el autoconsumo familiar, aprovechando al máximo el acceso a recursos de agua y suelo disponibles en la zona y la reutilización y el reciclaje de residuos aprovechables. Además, un segundo componente estará dirigido a facilitar la organización de la población de estos barrios para que accedan al apoyo de programas sociales alimenticios, poniendo a disposición información relevante sobre los mecanismos, los requisitos y el tipo de asistencia ofertados por los programas estatales existentes.
Por su parte, un tercer componente desarrollará acciones de capacitación a la población que incidirán en la manipulación, preparación y consumo de alimentos balanceados y nutritivos, cuyos principios y protocolos se irán fijando, de manera muy práctica, con la ayuda de un plan de comunicación e información. Finalmente, se trabajará en el fortalecimiento de la institucionalidad local para la promoción de la seguridad alimentaria.
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