Cronología de un anhelo: 20 años esperando un hospital público en la segunda ciudad de Córdoba

Los vecinos de Lucena, la segunda ciudad en importancia de la provincia de Córdoba, van a tener que seguir esperando y luchando para conseguir tener un hospital público, una pelea que lleva activa casi dos décadas y que se inició con una histórica manifestación que ahora se busca reeditar, tras las últimas órdenes que ha dado el Gobierno Andaluz de paralizar el proyecto que se anunció a bombo y platillo cuando el PP ganó las elecciones en 2018.
La dimensión de la protesta de 2006 fue enorme y todavía la recuerdan los colectivos que han abanderado la lucha sanitaria en esta localidad, una de las pocas ciudades de más de 40.000 habitantes de Andalucía que no cuenta con un centro sanitario público de referencia en el mismo término municipal -el hospital de referencia es el Infanta Margarita, en Cabra, el más antiguo de la provincia, a 15 minutos en coche, pero a casi una hora en transporte público-.
“Hace 19 años de aquella manifestación. Y uno de cada dos lucentinos de los que vivían en el pueblo acudieron aquel día a pedir el hispital. Fue algo bastante histórico”, recuerda hoy Javier Morales, portavoz de la Meda de Unidad Ciudadana Lucena por su Hospital, que reconoce que la falta de avances en este aspecto también es muy reseñable.
“Desde entonces hasta el día de hoy, se han construido en Andalucía 23 CHARE (acrónimo de Centro Hospitalario de Alta Resolución). Y, prácticamente la totalidad, se han levantado en municipios que tienen menos población que Lucena”, añade sin ocultar la frustración ciudadana que hay en el pueblo después de la enésima promesa incumplida, esta vez por parte del Gobierno Andaluz de Juanma Moreno, que arrancó su primer mandato asegurando que el hospital público de Lucena sería una realidad.
Y Morales pone el énfasis en lo de “enésima”, ya que el proyecto ha sido utilizado como bandera electoral por parte de PP y PSOE, que se han turnado a la hora de hacer promesas incumplidas en función de si estaban en el gobierno o en la oposición. El resultado, no obstante, ha sido el mismo: los lucentinos llevan 19 años esperando un hospital prometido que no llega.

Dos décadas de promesas incumplidas
La lucha por construirlo políticamente la abanderaron tanto PP y PSOE, curiosamente. En aquella histórica manifestación del año 2006 estuvieron detrás de las pancartas tanto Javier Arenas (PP), entonces en la oposición en la Junta de Andalucía, como el alcalde socialista José Luis Bergillos, quien propuso de inmediato tres posibles ubicaciones para la construcción del hospital.
El PSOE Andaluz recogió el sentir y anunció el proyecto. En aquel momento, la hoy líder del PSOE Andaluz, María Jesús Montero, era la consejera de Salud, y defendió la construcción del hospital asegurando que evitaría cada año cerca de 127.000 desplazamientos hasta el Infanta Margarita. Pero tampoco terminaba de concretarse nada, en parte por el estallido de la crisis económica de 2008, que enterró el proyecto.
De manera que, durante más de una década, la Plataforma Lucena por sus Necesidades Sanitarias, junto con distintos sectores de la sociedad civil, mantuvo viva la reivindicación, logrando que en 2016, bajo el gobierno autonómico del PSOE de Susana Díaz, y con Juanma Moreno en la oposición, se iniciara el procedimiento para la construcción del hospital. Sin embargo, el avance fue mínimo, quedándose de nuevo en estudios, un bonito proyecto y promesas incumplidas de inversión.

Con la llegada del Partido Popular a la Junta de Andalucía en 2019, con Juanma Moreno como presidente y con el apoyo de Ciudadanos y Vox, la construcción del hospital volvió a ser un tema central en los discursos políticos. En febrero de ese mismo año, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, anunció que el Centro de Alta Resolución de Lucena iba a ser “na realidad antes de que acabe la legislatura”. Sin embargo, la legislatura acabó sin el hospital hecho “realidad”.
La pandemia del Covid-19 tampoco ayudó, si bien, mientras la promesa del hospital público se quedaba en el aire, en 2020 surgió una alternativa privada: el proyecto de transformar el hotel Prestige en un hospital privado, que entró en funcionamiento en 2021 en tiempo récord. No obstante, la Consejería de Salud mantuvo su promesa y ese mismo año adjudicó la redacción del proyecto del hospital a la unión temporal de empresas (UTE) Cristóbal-Pedrera-Sur Ingeniería por un importe de 1.182.855,01 euros.

El PP en el Ayuntamiento y la Junta
Un año después, Juanma Moreno fue reelegido con mayoría absoluta, consolidando su poder en la Junta, mientras que, en 2023, Aurelio Fernández (PP) fue elegido alcalde de Lucena con los votos de Vox. Esta coincidencia de poder local y autonómico en manos del PP hizo que en Lucena se viera más cerca la construcción del hospital. Entre otras cosas, porque el Ayuntamiento de Lucena había estado haciendo lo que se le demandaba desde el Gobierno Andaluz para iniciar el proceso: expropiación de terrenos, mejora de accesos y soterramiento de líneas eléctricas, con una inversión local de más de 3 millones de euros.
Sin embargo, a finales de 2024, el delegado de la Junta de Andalucía en Córdoba, Adolfo Molina, señaló que no seguiría adelante con el proyecto del Hospital de Alta Resolución en Lucena, alegando que la inversión solo estaba “en el papel”. Preguntadas por esta cuestión, fuentes de la Consejería de Salud han señalado a este periódico que se está trabajando en un plan específico de atención sanitaria en Lucena. Un plan que no incluye un CHARE.
“Ya se ha dado un primer paso, como parte del compromiso adquirido con la Plataforma Lucena por sus Necesidades Sanitarias, sobre las obras conducentes a la reubicación de la sala de Fisioterapia en la Escuela de Hostelería que comenzarán en febrero. Este proyecto liberará el espacio necesario para la ampliación y reforma de las Urgencias. El compromiso de la Junta con la mejora de la atención sanitaria en Lucena es firme, y esta actuación es el primer paso para seguir avanzando en las necesidades del municipio”, indican las fuentes, al ser preguntadas si la decisión de paralizar esconde la suspensión total del proyecto.
El alcalde de Lucena, mientras tanto, y a diferencia de sus predecesores socialistas, ha decidido mantenerse al margen de las reivindicaciones ciudadanas por el hospital. Esta actitud ha sido criticada por el portavoz de Lucena por su hospital, recordando que ya se han invertido tres millones de euros en adecentar los terrenos donde supuestamente se iba a levantar el centro sanitario.
“Hemos tenido la sensación de que el Ayuntamiento de Lucena ha tenido que ir superando una serie de obstáculos, y mientras lo iban superando, la Junta estaba dejando que pase el tiempo. Ahora que ya todos los requisitos se han cumplido con respecto a las expropiaciones para el terreno, al soterramiento de la línea eléctrica y demás, ahora es cuando dicen que, literalmente, en declaraciones de Adolfo Molina, el hospital de Lucena es un papel, y hay que olvidarse de él”, apostilla.

Los efectos en la población
Por todo ello, en una carta dirigida a la consejera de Salud, Morales ha exigido una reunión urgente para aclarar la postura de la Junta sobre el hospital, y ha advertido de que, de no recibir respuesta en 15 días, la plataforma intensificará sus protestas dentro del marco legal, con el objetivo de hacer visible la falta de atención sanitaria en Lucena.
A su juicio, la localidad sigue dependiendo de centros de salud insuficientes y de hospitales en localidades vecinas con tiempos de respuesta inadecuados para muchas emergencias. Además, asegura que los conciertos al recién inaugurado hospital privado se han disparado, aunque carece de los datos que refrenden esta afirmación. En este ámbito, no obstante, aclara que la pelea en Lucena no va de sanidad pública contra sanidad privada. “Nosotros lo que peleamos es por un hospital público, donde lo que importa es que tengas tu tarjeta sanitaria y te atiendan, y no una tarjeta de crédito que te dé acceso a la salud”, afirma.
Para la plataforma, la situación sanitaria en Lucena es preocupante, con “centros de salud desbordados”, un servicio de urgencias que “tiene menos equipos que poblaciones como Puente Genil, que es más pequeña” y un servicio de Atención Primaria que es “el segundo peor de la provincia de Córdoba en cuanto a ratio de personal”. Si a eso le suma la falta de un hospital propio, se traduce, a juicio de Morales, en “desigualdad en el acceso a la sanidad pública, afectando especialmente a las personas mayores, a aquellas con movilidad reducida y a quienes no pueden costear la atención privada”, que son mayoría en una localidad en la que el salario medio es de 16.085 euros anuales por persona, según los últimos datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).
Mientras tanto, el malestar ciudadano crece. La plataforma ha dado un plazo hasta el 25 de febrero para recibir una respuesta. En caso contrario, se iniciarán nuevas acciones de protesta: “Todas las reivindicaciones van a ir aumentando gradualmente en nivel de intensidad y repercusión, y vamos a barajar manifestaciones, encierros y cualquier acción que sirva para visibilizar el problema”.
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