Sadeco vuelve a suspender el baldeo manual ante la sequía y sólo lo usará en algunas calles del Centro
El embalse del Guadalmellato, fuente principal del agua que recibe la capital de Córdoba, lleva dos meses con un umbral inferior a los 53 hectómetros cúbicos, por lo que las empresas municipales Sadeco y Emacsa han acordado una serie de medidas para paliar la situación de sequía que afecta a Córdoba.
Así lo han comunicado los presidentes de ambas entidades, Isabel Albás y Jesús Coca, quienes han puntualizado que en ningún caso se realizarán cortes de agua, ya que el suministro para consumo humano está garantizado para los próximos dos años.
Serán cinco las medidas que se implementarán por el momento. La primera, la suspensión del baldeo manual de las calles y su sustitución por limpieza mecánica en toda la capital, salvo en los siguientes puntos del Centro: Avenida de América, Alfaros, Capitulares, San Fernando, Puerta del Puente, el interior de la Judería y Puerta Gallegos. Esta medida no es nueva ya que Sadeco la lleva implementando en los últimos años debido al estado del embalse del Guadalmellato.
En segundo lugar, Emacsa y Sadeco han acordado reducir la lámina de agua de las fuentes, así como minimizar el riego. La cuarta medida que se ejecutará será disminuir el consumo de agua que se destina a las fuentes ornamentales. Tal y como ha apuntado el presidente de Emacsa, Jesús Coca, “el objetivo de estas medidas es llegar al ahorro del 5% durante el estado de alerta en el que ya nos encontramos”. Además, la empresa municipal de aguas activará campañas de concienciación entre la ciudadanía.
Coca ha asegurado que desde Emacsa preveían esta situación de alerta ante la falta de lluvia en los últimos meses dado que las precipitaciones de mayo han paliado muy poco el crítico estado de los embalses, por lo que la suspensión de los baldeos manuales se extenderá hasta que lo considere oportuno la comisión técnica de Emacsa que vigila permanentemente el estado de los embalses.
Sabor diferente del agua
Por otro lado, Coca ha apuntado que, tal vez, algunos ciudadanos hayan podido notar que el agua “sabe” diferente, un hecho que se debe a que, ante situaciones como esta, la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) Villa Azul -la que transforma el agua bruta en potable que se consume en la capital- se nutre del embalse del Guadalmellato y del de San Rafael de Navallana.
Esa mezcla resultante es, posteriormente, sometida a tratamientos de salinidad y modificación de los niveles de cloro; unos procedimientos que explicarían el cambio de sabor.
Agua no potable para baldear
Por su parte, la presidenta de Sadeco, Isabel Albás, ha recordado que la entidad municipal utiliza agua no potable para las actividades de baldeo que, desde mediados de 2022, han sufrido cambios con el objetivo de hacer frente a la sequía.
Así, Albás ha señalado que, hasta esa fecha, se realizaba un baldeo diario manual que supuso, en 2018, un gasto de “un millón de litros de agua”. Con esta nueva medida, la presidenta ha asegurado que no se llegará a los 140.000 litros. Sobre el riego de parques y jardines, ha asegurado que estas medidas serán trasladadas a la delegación competente para que valore cuáles son las mejores acciones para llevar a cabo.
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