El gobierno local defiende que los “rezos” ante las clínicas abortivas son “libertad de expresión”

El gobierno municipal del PP en el Ayuntamiento de Córdoba ha defendido que los “rezos” de grupos ultracatólicos, autodenominados provida, a las puertas de la única clínica que realiza abortos en la provincia cordobesa, Gynetrisur, se realizan desde “la libertad de expresión”.

Así ha respondido en el Pleno del Ayuntamiento la delegada de Igualdad, Marián Aguilar, a una pregunta del grupo municipal Hacemos Córdoba respecto a si el gobierno municipal iba a tomar alguna acción ante estas acciones que “intimidan y violentan” a las puertas de la clínica a las mujeres que van a ejercer su derecho para abortar.

“¿Se va a hacer algo para que las mujeres que en el ejercicio de su voluntad quieren hacer uso de su derecho puedan hacerlo sin que nadie las intimide ni las violente?”, ha preguntado la edil Irene Ruiz, de Hacemos Córdoba. Como respuesta, la delegada de Igualdad ha reiterado que quienes realizan los “rezos” ante la clínica lo hacen “en el derecho a su libertad de expresión”.

“Desde Igualdad no se va a actuar porque entendemos que ejercen su libertad de expresión (...) Defendemos la libertad de expresión y el derecho”, ha asegurado Aguilar, para recordar además la apuesta del gobierno municipal del PP de “apoyo a la vida” y “a la maternidad”.

Desde Hacemos Córdoba se ha argumentado que practicar esos “rezos” a las puertas de la clínica a donde van las mujeres que quieren abortar “no es libertad de expresión, es un ejercicio de intimidación y violentación (sic) hacia unas mujeres que están ejerciendo su derecho” (...) y eso está recogido en el Código Penal“.

Como ha avanzado Cordópolis, los grupos autodenominados provida ya se están organizando para iniciar la campaña 40 días por la vida, que comenzará el próximo 5 de marzo, coincidiendo con el inicio de la Cuaresma, y finalizará el 13 de abril.

Amparados en la libertad de expresión y en que los participantes “solo rezan” -tal y como aseguran-, como en anteriores ocasiones, para el próximo mes de marzo se están organizando en turnos, de 9:00 a 20:00, para que no haya ni una sola franja horaria sin cubrir. Hasta el año pasado, los “rezos” se realizaban hasta las 21:00-. Además, los grupos siempre son de menos de 19 personas para evitar solicitar un permiso a la Subdelegación del Gobierno en Córdoba.

En 2022, la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, sufrió una modificación para penalizar el acoso a las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción voluntaria del embarazo. La reforma incluyó, incluso, una pena de prisión de tres meses a un año a quien acosara “a una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad” con el objetivo de “obstaculizar el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”.

Sin embargo, esta reforma no impide que grupos ultracatólicos se sigan concentrando ante esta clínica de Córdoba, y por toda España, para llevar a cabo estas acciones para “proteger al no nacido”. Es decir, para que las mujeres que allí acudan no ejerzan su derecho al aborto. Por tanto, rezar a las puertas de las clínicas abortivas no es delito, siempre y cuando las personas que secundan esta campaña no obstaculicen la entrada o impidan a las mujeres acceder a estos centros sanitarios.