Denuncian la plantación tardía de la arboleda en la segunda fase del Parque de Levante
La asociación vecinal Amanecer de Fátima y la Plataforma Ciudadana en Defensa del Arroyo Pedroches han mostrado su preocupación y han denunciado lo que consideran “la plantación tardía de la arboleda en la segunda fase del Parque de Levante”. Señalan que parte de la arboleda “se está plantando a raíz desnuda en una época donde las temperaturas no son las adecuadas”. Y recuerdan que en la primera fase del parque, la plantación tardía y la falta de riego y mantenimiento provocó que más de 250 árboles se secaran y murieran.
Los vecinos explican que, por ello, al año siguiente hubo que replantar una cantidad muy similar de árboles y “hoy hay para replantar un considerable número de los existentes por su muerte”. Lamentan que desde la Gerencia Municipal de Urbanismo denominen arbolado a “plantones de 20 centímetros de alto, abandonados a su suerte y muertos por inanición, falta de riego”.
Por ello, creen que “se vuelve a cometer el mismo error: plantación de arbolado a raíz desnuda fuera de temporada. Y mucho nos tememos que les falte el riego, porque para la Gerencia Municipal de Urbanismo y/o las empresas adjudicatarias el mantenimiento no es importante. ¿Quién paga la arboleda seca al año o dos años?”, cuestionan.
Pérdida de árboles en la primera fase
En su denuncia, recuerdan que algo similar ya ocurrió en la primera fase del Parque de Levante, “en la que se plantaron casi mil árboles de distintas especies, de los cuales se secaron un número muy significativo probablemente por que se trasplantaron al límite del tiempo apropiado para ello, y, posteriormente, por un deficiente riego durante el durísimo verano que sufrimos. Más tarde, se repusieron los árboles secados por otras especies forestales teóricamente más rústicas (fundamentalmente pináceas). Incomprensiblemente, en esta segunda fase del Parque de Levante está ocurriendo lo mismo”, lamentan.
Los vecinos y la plataforma señalan cómo, “en condiciones normales no se debería esperar a realizar la plantación en estas fechas; lo propio, en nuestra latitudes, es sembrar o trasplantar a finales de otoño o principios del periodo invernal, durante el parón vegetativo. Pero es que la situación ha cambiado. Las temperaturas medias del clima están aumentando y eso está provocando una activación prematura del periodo vegetativo de las plantas, entre otros seres vivos. Si antes era un riesgo, ahora, la posibilidad de perder gran parte de lo plantado se multiplica”, advierten.
Por ello, aseguran, “no somos capaces de entender cómo no se ha tenido en cuenta lo acontecido hace poco más de un año. Y van dos veces; en la primera y en la segunda fase del proyecto Parque de Levante”, critican, mientras dicen no saber la razón por la que se actúa así. “Pero lo que sí sabemos es que estamos en las mismas que hace un año, ante el riesgo de perder buena parte de los cientos de árboles y arbustos que van asignados a los terrenos de la segundaI fase del proyecto. Un bordillo se puede colocar en cualquier época del año, un árbol o un arbusto, no”.
Sistema de riego
Asimismo, confían que se mejore el sistema de riego en el conjunto del Parque de Levante, de modo que las dotaciones de agua sean las apropiadas en función de los requerimientos hídricos de cada una de las especies ornamentales y forestales que se han utilizado en la renaturalización de este espacio.
Igualmente -alertan-, “los árboles plantados a raíz desnuda disponen inicialmente de un sistema radicular mínimo, con lo cual el apoyo hídrico en el primer año es fundamental”. En cualquier caso, indican, la mejora del sistema de riego se debe de hacer extensible a los árboles localizados en los terrenos de la primera fase del Parque de Levante.
Los colectivos firmantes de esta denuncia creen necesario insistir en “la importancia del Parque de Levante con su elemento matriz, el arroyo Pedroches, como parte importante de la infraestructura verde (Anillo Verde) que debería de contribuir, de forma determinante, a reforzar la conectividad entre las zonas naturales existentes en el borde del área urbana, y, por supuesto, como mecanismo efectivo para la adaptación de nuestra ciudad a los efectos del cambio climático, potenciando de esta forma los servicios ambientales en beneficio y bienestar de los vecinas y vecinos de Córdoba”, concluyen.
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