El jardín que florece en julio
Julio no es mes de flores como pueden serlo mayo y abril, aunque es en julio cuando más bello se muestra el Jardín de Dios que es la Virgen del Carmen. Córdoba se suma a las celebraciones que tienen lugar el día 16 por toda la geografía española, especialmente en las ciudades marineras, con dos procesiones que hacen de San Cayetano y Puerta Nueva el centro de interés de esta jornada en la que los devotos de la Reina del Monte Carmelo acuden a verla pasear por las calles.
Dos imágenes de una misma advocación que en Córdoba llevan prendidos los corazones de miles de personas que a lo largo del año la tienen como esperanza en sus desvelos y presente en sus oraciones y que se aferran a su escapulario con verdadera entrega y confianza. Dos imágenes que salieron sobre sus pasos para bendecir con el Niño Jesús en sus brazos a todo el que se acercó hasta ellas, aunque los ánimos no eran los mismos en un barrio y en otro.
Si bien el ambiente era festivo porque era el día grande de la Virgen y eso se hizo notar en los exornos florales de los pasos y la música de las bandas que acompañaron a las dos imágenes de María, en San Cayetano había tristeza y dolor por el fallecimiento repentino del prior del convento y director espiritual de la archicofradía, el padre José Manosalvas, hace solo dos días. La Santísima Virgen quiso llevárselo a su presencia en el cielo en las vísperas de su festividad y fue en la mañana de este 16 de julio, con ella en su paso de palio, cuando se celebró el funeral del religioso.
Así, aunque la banda de El Carmen de Salteras puso sus sones de júbilo a la Flor del Carmelo, hubo tres momentos en que la música tornó más seria y solemne para acompañar además las tres oraciones que se elevaron al cielo por el alma del padre José. Fue al bajar la Cuesta de San Cayetano, junto a la cruz que allí hay; ante el Cristo de los Faroles y en Santa Marina.
Las dos procesiones comenzaron a las nueve de la noche, aun con la luz del día. En Puerta Nueva habían tenido la función principal a las doce de la mañana, celebrada por el párroco de El Carmen, Antonio José Ruiz, y concelebrada por Fray Ricardo de Córdoba, que ha sido el predicador de la novena. Por su parte, en San Cayetano, la Función Solemne fue a las ocho de la tarde y contó con el acompañamiento musical de Rafael Wals al piano y la soprano Pepa Muñoz.
Después salió el cortejo en el que participaron niños vestidos con el hábito carmelita. Iba en primer lugar Santa Teresa en su paso caoba llevada por una cuadrilla masculina y otra femenina. Hacía días que la Cuesta de San Cayetano estaba engalanada con banderitas de España. La Virgen iba vestida en esta ocasión con el conocido como “Hábito rico” del siglo XVIII bordado en oro y su capa blanca también bordada que espera ser sustituida por una de nueva factura. El Niño Jesús también llevaba un hábito del siglo XVIII.
Las flores para Ella fueron nardos y rosas de pitiminí blancas. Para la Virgen en Puerta Nueva el exorno estaba compuesto por nardos, rosas y orquídeas, también blancas. La Virgen aquí lucía su hábito marrón bordado en oro y la capa que le hicieron también con bordados en oro las monjas Adoratrices. La procesión de la parroquia de Puerta Nueva fue por las calles de su feligresía. Al salir se encaminó por Alfonso XII a Francisco Borja Pavón para llegar a la plaza de la Magdalena rodeando la antigua iglesia.
La Virgen del Carmen de San Cayetano fue por el mismo recorrido que ya se ha afianzado y que la llevó por las Ollerías hasta la Torre de la Malmuerta, donde recibió una de las petaladas de la noche, los jardines de Colón, Conde de Torres Cabrera, plaza de Capuchinos y la Cuesta del Bailío, lugar emblemático en el que se produce cada año uno de los momentos más esperados de la procesión por la belleza de ver bajar los escalones el paso de palio con la pericia de los costaleros que manda Rafael Muñoz. Después volvió por Alfaros, Puerta del Rincón, Conde de Priego y Mayor de Santa Marina hasta las Ollerías y la Cuesta de San Cayetano.
Para entonces ya había concluido la procesión en Puerta Nueva, a cuya Virgen pusieron música los componentes de la banda del Cristo del Amor, con especial presencia de sones macarenos, y a la que acompañaron representaciones de distintas hermandades de penitencia y gloria. Los cultos continúan en Puerta Nueva hasta el próximo día 20 de julio pues la Virgen estará en besamanos hasta ese día en que se celebra San Elías y todo el que lo desee podrá pasar bajo su manto.
Y así terminó un nuevo 16 de julio en el que al paso de la Virgen se repitieron los aplausos, las emociones, las lágrimas, las peticiones y agradecimientos de un pueblo que tiene muy presente a esta querida advocación, con fuerte arraigo en Córdoba, y que hace más llevadera con su presencia e intercesión la vida de tantos para los que la Virgen del Carmen es ese Jardín de Dios en el que todo es más fácil y ligero, pues Ella es en verdad un anticipo del cielo.
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