#HÉROES SIN CAPA | Cocinero: “Cada vez que cocinas, estás cuidando a la gente que lo necesita”

José Manuel González está ayudando estos días de lucha contra el coronavirus a que médicos de urgencias de los centros de salud, ancianos con ayuda a domicilio, niños en exclusión y personas sin hogar tengan su comida a diario. Este cordobés trabaja como auxiliar de cocina en los fogones de la empresa de catering Los Billares, en La Rambla, desde donde se cocinan y distribuyen a diario los menús que llegan a todos estos grupos de personas en municipios de Córdoba y otras cuatro provincias andaluzas.

La actividad de esta empresa de catering se ha visto modificada por la epidemia de coronavirus y, si antes servía también los menús diarios a colegios y guarderías, además de centros de día de mayores, ahora con estos cerrados, se ha volcado con la preparación de comidas para médicos, ancianos, niños y personas sin hogar. “Cada vez que cocinas, sabes que estás cuidando a la gente que lo necesita”, cuenta José Manuel a CORDÓPOLIS.

“De alguna manera, estamos participando en que siga la cadena que debe funcionar cada día” ante el coronavirus, reflexiona, pertrechado con su mascarilla, guantes y uniforme “siempre limpio”. “Es nuestro granito de arena para que funcione el engranaje”, dice. En el eslabón de la cadena en la que trabaja, se sirven 4.000 raciones de comida diarias y han notado “el aumento de trabajo” para poder atender sus servicios.

Además, en la empresa han tenido que adaptar su día a día al Covid-19. A las medidas higiénicas habituales en una empresa de cocina y catering, han añadido el aumento de las distancias entre los trabajadores o la prohibición de acceso de los proveedores a determinadas instalaciones de la empresa. A ello se suma que alguna trabajadora embarazada, los empleados que cuidan en casa a personas mayores o quienes en sí mismos pertenecen a grupos de riesgo ante el coronavirus, se han marchado a casa por prevención.

Ajuste del trabajo para un servicio esencial

Ahora mismo, entre cocineros, conductores, servicio de limpieza y trabajadores en la oficina, el trabajo de catering esencial lo llevan a cabo una treintena de personas. Y, además, “hemos tenido que ajustar y cambiar horarios”, para adaptarse a las necesidades específicas del servicio que prestan ahora, explica este cocinero.

Pero el incremento de la tarea y de las medidas para llevar a cabo la tarea en los fogones, también tiene su recompensa extra en estos momentos. La empresa cuenta, por ejemplo, con una web interna en la que recibir el feed-back de sus clientes. Y, ahí, en estos días difíciles para todos, llegan mensajes de ánimo.

“Hay médicos que escriben, dan las gracias, nos dan ánimo”, cuenta José Manuel sobre esa respuesta a su trabajo. “Hay días que el jefe de cocina nos lee algún email que llega, donde nos dan las gracias por el servicio y eso nos da muchos ánimos para seguir”. Ánimos para cuidar a quienes siguen cuidando, desde los fogones, a las personas que más lo necesitan en estos tiempos de epidemia.