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La Conferencia Episcopal invita a los sacerdotes a donar parte de su sueldo a los afectados por la crisis

Un sacerdote en un oficio religioso | PIXABAY

Redacción Cordópolis

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La Conferencia Episcopal Española (CEE), integrada por todos los obispos de España, ha propuesto a todos los sacerdotes españoles donar parte de su sueldo, de manera puntual o periódica durante los próximos meses para los afectados por la crisis provocada por el coronavirus COVID-19.

“La Comisión Ejecutiva de la CEE ha sugerido a los obispos que cada cual en su diócesis proponga a sus sacerdotes entregar una parte de nuestro sueldo o una parte fija durante un tiempo determinado”, ha explicado el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, este lunes 20 de abril en una rueda de prensa telemática.

Según ha precisado, no han marcado “una cantidad concreta” sino que se trata de algo “voluntario” aunque dan la “pista” de que pueda ser “una aportación periódica durante los próximos meses”. El objetivo es que esta aportación económica ayude a “los que sufren las consecuencias de la crisis económica con más fuerza”, por lo tanto, puede ser una donación a Cáritas, a otras instituciones de la iglesia o a parroquias que estén atravesando una situación económica difícil como consecuencia del estado de alarma, según ha indicado.

“Hay que recordar que llevamos más de un mes sin las colectas habituales, por estar los templos cerrados, sin que muchas de las formas de recibir ingresos en nuestras parroquias se hayan podido mantener, y por tanto, el pueblo de Dios, desde el obispo, presbiterio, vida consagrada y fieles laicos, tenemos que mirar también nuestra propia responsabilidad a la hora del sostenimiento de la Iglesia, siendo la prioridad ahora la solicitud con los más pobres”, ha subrayado Argüello.

En este sentido, ha precisado que alguna parroquia puede tener “necesidades internas”, por ejemplo, “pagar el recibo de la luz”, pero ha insistido en que la referencia es que sea una aportación “para las necesidades sociales y económicas que están surgiendo” por la pandemia, siendo cada diócesis la que “tiene que hacer el discernimiento oportuno”. Asimismo, los obispos hacen una llamada a la solidaridad a toda la sociedad.

Los obispos plantean retomar las misas con “mascarillas” 

Asimismo, la Conferencia Episcopal Española (CEE) quiere reunirse con el Gobierno para plantear que, durante la fase de desescalada, se pueda retomar la celebración de las misas con público -que aunque no estaba prohibida se había interrumpido en la mayoría de templos-, tomando las medidas recomendadas por los sanitarios como acudir “con mascarilla”, mantener la distancia física entre los fieles o encontrar una manera de distribuir la comunión que no suponga un riesgo de transmisión del coronavirus COVID-19.

“Queremos que el culto progresivamente pudiera volver a nuestros templos. Por eso, nuestro deseo de poder conversar tanto a escala del Gobierno, como de las comunidades autónomas, para poder hacer esto sin dar pie a situaciones problemáticas, a intervenciones de la Policía, a conflictos de interpretación del artículo 7 y 11 del Real Decreto (por el que se declara el Estado de Alarma)”, ha subrayado Luis Argüello.

Así se ha referido a los incidentes ocurridos en las pasadas semanas en algunos templos, como la Catedral de Granada, donde la Policía ha desalojado a los fieles que asistían a misa, y en los que el portavoz de los obispos considera que ha habido una actuación “desmedida” de los agentes, “interrumpiendo el culto”, ya que en el artículo 11 del Real Decreto se permite la celebración en el templo siempre que se guarde la distancia entre los fieles de al menos un metro.

En este contexto, para este tramo final del Estado de Alarma y para la progresiva salida de los ciudadanos a la calle, la Conferencia Episcopal quiere “clarificar con el Gobierno la situación del culto” para que se puedan retomar las misas con presencia del pueblo sin que la Policía irrumpa en mitad del culto. Por ello, Argüello ha comentado que estos días están “en conversaciones tanto con médicos como con las administraciones públicas” así como dentro de la propia Iglesia para estudiar las posibles medidas que lo permitan.

En concreto, aquello en lo que los médicos les están “insistiendo” es en que deben retirarse o clausurarse las pilas de agua bendita, algo que ya propusieron los obispos cuando comenzaron a llegar los primeros casos de COVID-19 a España; que se pida a los participantes en la misa “que se laven las manos” a la entrada a los templos; “el uso de mascarillas” y el mantenimiento de una “distancia física”. Además, están estudiando “cómo distribuir la comunión de forma que se asegure que ni el ministro de culto ni quien la recibe pueda ser cauce de contagio”. En todo caso, estas reflexiones habrán de ser contrastadas y sometidas a lo que las autoridades sanitarias dicten, según ha añadido Argüello.

El secretario general de la CEE ha insistido en que los templos se han cerrado en muchos lugares de España pero “la vida de la Iglesia se ha mantenido” y ha reconocido que ha habido algunas “cuestiones confusas” como “la redacción del artículo 7 y 11 del Real Decreto de Estado de Alarma” pues en el primero no se incluye ir a misa como una de las razones permitidas para salir a la calle pero en el 11 tampoco se prohíbe la celebración de la eucaristía, algo que, por otra parte, Argüello destaca que “no podría ser de otra manera” de acuerdo al artículo 16 de la Constitución Española que regula libertad religiosa y de culto.

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