Absuelto el hermano Manolo de los abusos en la Cruz Blanca
La Fiscalía rebajó su solicitud de pena después de la celebración de la vista oral
Manuel Ortiz, el conocido como hermano Manolo y que dirigía el centro de atención a minusválidos de la Cruz Blanca, ha sido absuelto de los ocho delitos de abusos sexuales y maltrato que pesaban contra él. En la sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 de Córdoba, la juez señala que no hay pruebas suficientes para condenar al religioso.
Todo ello lleva a decir a la jueza en su sentencia que “tras haberse agotado todos los medios probatorios disponibles y procidentalmente admisibles que puedan emplearse, en base al deber de esclarecimiento que incumbe al juez, no llega a aclararse el supuesto hecho lo suficiente como para convencer al Tribunal de la concurrencia de los presupuestos negativos y positivos del juicio de imputación”.
Es decir: no se han demostrado los hechos. No hay pruebas suficientes para sustentar una condena. Por ello, “el proceso penal debe concluirse, por razones de seguridad jurídica, con una declaración negativa de culpabilidad”.
Esta decisión se produce tras una extensa vista de ocho días y después de que la Fiscalía rebajase de 20 a 16 años la pena de cárcel que solicitaba contra el hermano Manolo, el fraile franciscano de la Cruz Blanca Manuel Ortiz.
Junto al hermano Manolo estaban acusados otro religioso –el hermano Fermín-
y un seglar, a los que se les pedían penas que suman los nueve años de cárcel, y que finalmente también han sido absueltos. En su escrito de acusación inicial, el fiscal pedía para él
20 años y medio de cárcel para este fraile de los Hermanos de la Cruz Blanca.
El caso se destapó cuando la reina Sofía suspendió en octubre de 2009 su visita a la Casa de San Francisco de Asís, el centro de día que regentaba el hermano Manolo. Cuando solo quedaban horas para celebrarse, la cita quedó anulada. La Cruz Banca ya estaba siendo investigada por un presunto caso de abusos sexuales. Las pesquisas derivaron en la detención de un postulante a fraile que había trabajado en la casa. El imputado aceptó una pena de cinco años de cárcel tras declararse culpable de tres delitos de abusos sexuales a un discapacitado con 86% de minusvalía.
Para entonces, Manuel Ortiz y otros dos trabajadores (un religioso y un seglar) ya estaban imputados en otra investigación derivada de aquel primer episodio y que todavía iba a durar dos años más. Las pesquisas para sentar a los tres en el banquillo de los acusados arrancaron, de nuevo, con el envío de otra larga carta anónima en marzo de 2010, que daba cuenta detallada de nombres, lugares y episodios de abusos por los que han sido juzgados.
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